Se veía venir. Estaban alejados de Palacio, sobre todo Mercedes Aráoz, vicepresidenta de la República; y Carlos Bruce, exministro de Vivienda. Ana María Choquehuanca hacía malabares para dar declaraciones políticamente correctas ante los medios de comunicación. Estos tres congresistas acaban de renunciar a la bancada de Peruanos por el Kambio (PPK). Con ello, ya no existe ese grupo político, pues solo quedan cuatro integrantes.

“Siendo que, como congresistas de la República no tenemos mandato imperativo de nadie y únicamente nos debemos a nuestros electores y al país, hemos tomado la decisión de renunciar irrevocablemente a la bancada de Peruanos por el Kambio”, señalan en un comunicado y resaltan que durante los últimos meses el grupo mayoritario de la bancada de PPK ha impuesto sus puntos de vista sin respetar sus posiciones. 

Aseguran que esta situación quiebra la democracia interna en la bancada PPK “y es una situación sistemática e intolerante para nuestros principios democráticos y políticos”.  

“Continuaremos defendiendo las posiciones del gobierno que consideramos democráticas, responsables y de beneficio de las grandes mayorías. Con esa misma libertad, también criticaremos de manera democrática y responsable cada vez que consideremos que el Ejecutivo se aleje del plan de gobierno de PpK”, indican.

Como se sabe, las diferencias entre Aráoz y Martín Vizcarra se hicieron visibles cuando este aceptó ser presidente de la República tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski. Y se acentuaron con el paso de los meses y las decisiones del jefe de Estado, lo que se evidenció tras el anuncio presidencial de proponer elecciones adelantadas y suspender la licencia del proyecto minero Tía María (y hay quienes dicen que cuando Vizcarra se refirió a las muertes del Baguazo, la vicepresidenta se habría sentido aludida). 

Las renuncias se dan el día en que se tenía que replantear las presidencias de las comisiones en el Congreso. Sergio Dávila, de Peruanos por el Kambio, iba a presidir la de Economía.

Vizcarra se queda sin respaldo oficial en el Congreso, sin bancada ni partido, pero continuará apoyándose en la ciudadanía.