El esperado nuevo informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) se dio a conocer este jueves 8 de agosto y resalta que el cambio climático y las prácticas de gestión deficientes amenazan las tierras agrícolas y la seguridad alimentaria del mundo.
La deforestación, la pérdida de humedales, manglares y pastizales para la agricultura a gran escala están degradando los suelos vitales que la humanidad necesita para alimentarse y vestirse, reduciendo los rendimientos, amenazando el suministro de alimentos para millones de personas y poniendo en riesgo la migración masiva.
Tal daño a gran escala al medio ambiente está haciendo que la tierra sea más vulnerable a los riesgos de un clima más extremo que, a su vez, provoca cambios más severos en la temperatura y en las temporadas de lluvia.
En este reporte, elaborado por más de 100 autores de 52 países, se examinaron miles de estudios que evalúan los vínculos entre el cambio climático, la seguridad alimentaria, la degradación de la tierra y la desertificación, que es el proceso de degradación de la tierra en las zonas de tierra seca.
El informe es una guía vital para los gobiernos, ya que los riesgos de cambio climático crecen en un mundo donde la población se dirige a 10 mil millones de personas para mediados de siglo, amenazando con poner aún más presión sobre los recursos limitados del planeta.
La superficie terrestre del planeta es una parte clave de la solución para reducir los riesgos del cambio climático, indican los especialistas. La tierra, desde bosques tropicales y turberas hasta pastizales desérticos, absorbe grandes cantidades de dióxido de carbono que calienta el planeta, el principal gas de efecto invernadero. Es parte de un ciclo natural en el cual el carbono es producido y reciclado por las plantas en la tierra y los organismos en los océanos como una forma de regular el clima.
Pero la quema a gran escala de combustibles fósiles, como el petróleo, el gas y el carbón, así como la tala y la quema de bosques, ha alterado el orden natural, dando lugar a cantidades cada vez mayores de dióxido de carbono (CO2) que la naturaleza ya no puede absorber, alimentando Un mundo en calentamiento.
El IPCC dijo que la tierra debería ser parte de cualquier esfuerzo global para evitar que el mundo se sobrecaliente.
"Mantener el calentamiento global muy por debajo de los 2 grados centígrados solo se puede lograr reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores, incluidos la tierra y los alimentos", dice el IPCC.
El informe encuentra que existen muchas soluciones para reducir los impactos en las tierras agrícolas, incluido el cambio a una agricultura menos intensiva, la conservación del ecosistema y la restauración de la tierra, la deforestación reducida, la reducción del desperdicio de alimentos y el cambio a dietas amigables con el clima .
Dice que la acción coordinada para abordar el cambio climático puede mejorar simultáneamente la tierra, la seguridad alimentaria y la nutrición, y ayudar a acabar con el hambre.
"La seguridad alimentaria se verá cada vez más afectada por el cambio climático futuro a través de la disminución del rendimiento, especialmente en los trópicos, el aumento de los precios, la reducción de la calidad de los nutrientes y las interrupciones de la cadena de suministro", señala el científico indio Priyadarshi Shukla, uno de los autores del estudio. "Veremos diferentes efectos en diferentes países, pero habrá impactos más drásticos en los países de bajos ingresos en África, Asia, América Latina y el Caribe", dijo en un comunicado.
El informe también destaca los cambios en las dietas en las últimas décadas, donde el suministro de carne y aceites vegetales se ha más que duplicado desde 1961, así como la disparidad entre los que tienen acceso a los alimentos y los que no.
La conclusión del informe es que la tierra que ya estamos utilizando podría alimentar al mundo en un clima cambiante e incluso proporcionar biomasa para energía renovable y ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero se requieren medidas tempranas y de largo alcance. en varios frentes. Esto incluye una mejor gestión de la tierra y una planificación cuidadosa sobre dónde cultivar cultivos energéticos para energía renovable de una manera que no dañe la naturaleza ni amenace la seguridad alimentaria.
"La tierra no puede ayudarnos a salir de los problemas del cambio climático por sí sola. Tiene que ser parte de una combinación más amplia. Hay formas en las que realmente podríamos cometer errores al enfocarnos demasiado en la tierra como una forma de abordar el cambio climático", resalta el reporte del IPCC.
(Foto: ONU)