El distrito de Pichari, en la provincia cusqueña de La Convención, ubicado en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), celebra  desde este sábado hasta el 9 de agosto su decimoquinta edición del festival "Coca Raymi", en el que se rinde homenaje a la "planta ancestral" que está presente en múltiples regiones del país y cuyo consumo tradicional se mantiene vigente.

En esta ocasión habrá stands de venta de hoja de coca y derivados (chocolates, cerveza, etc), así como competencias de rally y motocross, que serán parte del festival, con el que las autoridades de Pichari buscan además de desmitificar el consumo de la milenaria planta, que este distrito sea visto como destino turístico y una posibilidad para la agroindustria.

En las actividades se pondrá en práctica el procedimiento tradicional de la hoja y el chacchado (masticar) de coca; también, se harán muestras de "trueque" con otros pueblos que se mantienen en la actualidad. El evento más importante será el Foro Internacional de la Hoja de Coca, donde participarán representantes de Colombia, Bolivia y Ecuador, y se evaluara el rumbo que tomará la producción industrializada y se llegará a una conclusión como punto de partida para futuras acciones.

Pichari cuenta con 24 mil habitantes registrados legalmente y el 75% consume la hoja de coca cotidianamente, el resto no la consume porque ha optado por otras costumbres más occidentales. En la zona en la actualidad hay fuerte presencia de grupos evangélicos, según nos comenta Máximo Orejón, alcalde de Pichari, quien resalta que el festival es una oportunidad para promover la zona y todo el Vraem.

"Cuando nos referimos al festival, estamos hablando de una proyección al futuro Vraem y estamos acá, en Lima, para hacer una invitación extensiva a nivel local, regional, nacional e internacional"
"La esencia fundamental es revalorar y reivindicar la costumbre del chaccheo de la hoja y desmitificar características negativas asociadas a la planta".

Máximo Orejón afirma que "el futuro de Pichari y todo el Vraem será el turismo y la agroindustria". Pequeños y medianos empresarios también están industrializando la hoja de coca. Por otro lado y a mayor escala, ya firmaron un convenio con Enaco, la Empresa Nacional de la Coca, para industrializar la hoja y vender el 95%  de sus productos derivados en el mercado internacional. En cuanto al turismo, tienen más de 80 zonas turísticas (aguas termales, cataratas, restos arqueológicos) y solo 22 registradas en Mincetur, por lo que alistan un proyecto de zonificación ecológica económica.

"La hoja de coca ha pasado a segundo plano para muchos, pero en el mundo andino no", insiste el alcalde, al comentar que en la cosmovisión andina, el rito de consumo de la hoja simboliza el vínculo entre el hombre y la naturaleza; es una manera de venerar la tierra (lo corporal) y un método de desarrollo humano que normalmente no se entiende dentro de la mirada occidental (predominante en la capital, Lima)

"La perspectiva occidental se plasma en la filosofía clásica. En cambio, nuestro imaginario se entiende desde la cosmovisión andina, que no existe en el pensamiento clásico. Son dos cosas distintas, a veces se generan controversias porque no se entienden, son dos paradigmas distintos. Nosotros, como país estamos en el centro de la cosmovisión andina y en la capital se maneja principalmente el pensamiento clásico".

PICHARI

Muchos satanizan a la hoja de coca, al Vraem y a Pichari, debido a la presencia en la zona del narcoterrorismo. De hecho, el narcotráfico y el desinterés del Estado son los principales riesgos para que el proyecto de reivinidicación funcione, añade el alcalde. Por ejemplo, dijo, "este año el Gobierno no ha proyectado nada para la zona y la ciudad de Pichari se siente acéfala".