Cuando Renan Cepeda (53), fotógrafo carioca reconocido internacionalmente, conoció Chinchero en el 2010 se enamoró de inmediato del paisaje. Se emocionó ante tanta hermosura de la naturaleza. "Fue como un mundo que se reveló para mí", dice en conversación con La Mula. Desde entonces dijo que iba a regresar para fotografiarlo a su estilo, con fotografía infrarroja.

A él no le interesa captar imágenes con los colores 'habituales'. El fondo de su trabajo es "la magia de la fotografía". Desde los noventa empezó a investigar con película infrarroja haciendo ensayos de fotografía de paisajes utilizando esta técnica. También se le conoce como el fotógrafo que pinta con luz, pues hace imágenes durante la noche con la ayuda de una linterna, largas exposiciones y filtros de color, lo que le permite obtener imágenes alucinantes.

Renan Cepeda. Foto: Beatriz Canales

En Chinchero, Cepeda encontró una composición paisajística única, enmarcada por una inmensa cadena de nevados, una planicie donde se practica la agricultura desde hace siglos con increíble variedad de alimentos, lo que produce gamas de colores en el paisaje, un pueblo inca y colonial en el que la armonía y tradición cultural conviven. Paisaje bucólico por excelencia, "es una joya para cualquier fotógrafo", confiesa.

En aquella oportunidad registró el paisaje con su Rolleiflex. El resultado fue sorprendente pero no suficiente para la ambición del fotógrafo viajero, por falta de tiempo. Pasaron los años y finalmente durante el reciente julio regresó para realizar un proyecto específico con visión infrarroja. "Tanta belleza lo merecía", anota. Regresó a Lima y compartió las siguientes imágenes con La Mula, pero también su preocupación por lo que podría ocurrir con el paisaje y los chincherinos si se lleva a cabo el pretendido proyecto del aeropuerto de Chinchero.

La fotografía infrarroja utiliza sensores digitales o de película para permitir que la luz infrarroja pase invisible a simple vista mientras bloquea todo o la mayor parte del espectro visible. 
La fotografía infrarroja es la grabación de la porción invisible de la luz, los rayos infrarrojos, que son más largos que la luz visible a los ojos humanos. Cepeda busca visibilizar en la fotografía lo que nos resulta imperceptible, develar la belleza real y oculta por nuestra limitación humana. La explosión de colores al registrar en infrarrojo el paisaje vegetal y las formas de la naturaleza, preferentemente la más antigua, con armonía de intervención humana, nos muestra un mundo onírico que coexiste con nuestro mundo. Para nuestra suerte, está aquí presente.