La Alemania de Merkel aparece como la campeona mundial de la economía. La primera economía de Europa posee un riqueza evidente pero impone los sueldos mínimos más bajos del continente y mantiene una dependencia suicida de sus exportaciones. El 16% de los alemanes vive en condiciones de precariedad laboral e incipiente pobreza. Tres millones de niños van a las escuelas sin desayunar. Un millón de personas viven sin electricidad, cientos de miles dependen de la distribución de alimentos por asociaciones caritativas como Tafel para subsistir. 

Una de las consecuencias de esta política, que se quiere exportar a Francia, entre otros países de Europa es la migración. Se trata del éxodo selectivo de familias europeas que llegan a países como el Perú en busca de una tierra que prometa un futuro diferente. Pero esta no es la primera vez que los europeos deciden cruzar el atlántico obligados a trabajar lejos. Ya a comienzos del siglo XX, miles de italianos, alemanes y austriacos llegaron  a diferentes lugares del Perú en busca de forjarse un hogar estable.

Esta coyuntura le otorga a la selva central del Perú una particularidad histórica: mientras en Europa se gestaba la segunda guerra mundial, con sus claras tendencias discriminatorias, a menos de 500 kilómetros de Lima diversas etnias constituían un modelo de interculturalidad. Un enclave forjado durante 150 años por descendientes de austro alemanes, que lograron crear una sociedad pluri étnica actualmente conformada por yaneshas, andahuaylinos y euro descendientes. Un ejemplo contundente de las posibilidades de coexistencia productiva que surgen del sincretismo cultural que genera ese mélange de etnias y cosmovisiones.

Investigación, realización y producción: Rubén Romero Prieto y Alice Fremont

©Europa Latina 2019 

Una colaboración especial de Europa Latina TV París para Lamula.pe