Era marzo del 2005, tenía 21 años y empezaba a destacar en el Colón de Argentina. Era parte de la Selección Peruana de Fútbol y viajó con el equipo para jugar de visitante contra Brasil por las Eliminatorias del Mundial Alemania 2006. Corrían los 30 minutos del segundo tiempo, Perú perdía 1-0 e iba en busca del empate. Hasta cinco toques seguidos peruanos se contaron en el área brasileña, hasta que el balón llegó a sus pies: Juan Cominges recibe el balón con la derecha e intenta ir hacia su izquierda, pero el defensa brasileño Juan Silveira Dos Santos le entra con la pierna en alto y le da de lleno en la rodilla.
"La falta, cuando restaban 15 minutos para el término del encuentro y Cominges llevaba cinco minutos en el campo de juego, causó el movimiento en sentido contrario de la rodilla del jugador, que pareció salir de su rótula para luego volver a su posición en medio de los gestos de dolor del centrocampista", informó la Agencia Efe en esa época.
La dura falta en su contra se cometió muy cerca al árbitro, pero este ni siquiera le sacó tarjeta al agresor. La indignación no solo se hacía sentir en Perú, sino también en Argentina. El diario deportivo Olé calificó como "cruel y mala leche" el planchazo.
“El impresentable referí Carlos Amarilla vio, a cinco metros, esa brutal agresión. Cobró tiro libre para Perú. Lo absurdo es que correspondía la roja directa para Juan, pero ni siquiera lo amonestó", agregó el medio.
Su técnico, Gerardo 'Tata' Martino, dijo que se asustó cuando vio la falta y que luego le ordenó a Cominges que regrese a Colón para iniciar su tratamiento de recuperación. La lesión (desgarro parcial de ligamentos colateral interno de la rodilla derecha) no fue tan grave como algunos temían (fractura), pero esto marcó un cambio en su carrera.
Diez años después, lo recordaba así:
“Yo tengo una lesión [...] cuando ya estaba vendido a un club francés. De repente iba a ese club y por ahí era un desastre y me regresaban, o de repente me iba muy bien y me quedaba. Pero yo me pierdo esa oportunidad por una lesión a la rodilla y no por falta de capacidad. Y cuando me recupero de la rodilla, se me agrava una lesión congénita a la columna vertebral y pierdo otra transferencia ya estando en Estudiantes siendo campeón del Apertura”, le contó a Zona Fútbol en el 2005, cuando era entrenador de un club en la liga distrital de San Borja.
Catorce años después, ahora con 35, con la experiencia de haber jugado en el exterior, haber sido seleccionado y con la confianza que le da haber compartido camerino con Paolo Guerrero y Jefferson Farfán, Cominges vuelve a enfrentar a Brasil, pero desde otra posición: ahora se desempeña como 'coach ontológico' de la Selección Peruana.
En el proceso en el que Perú clasificó al Mundial Rusia 2018, Perú contaba con el psicólogo deportivo Marcelo Márquez, que estuvo tres años con el plantel. En enero de este año, se hizo oficial su salida debido a diferencias con el comando técnico. "Fue una decisión mía y me hago cargo de eso", dijo Gareca a DT de El Comercio. Justo el 20 de ese mes, Cominges culminaba sus estudios en 'coaching ontológico'. En su cuenta de Instagram, mostró su diploma por el programa avanzado en 'Coaching Cuerpo y Movimiento'.

Si bien fue difícil reemplazar a Márquez, el comando técnico decidió contratar a Giacomo Scerpella (con experiencia en la Sub 17) y a Juan Cominges para esta labor de apoyo a los futbolistas. El periodista Pedro Canelo explica, en El Comercio, que la especialidad de Cominges consiste en permitir "a las personas establecerse metas en el corto, mediano o largo plazo":
"El coach ontológico acompaña a las personas para enfocarlas en sus metas principales. Apenas fue contratado por la Federación Peruana, Juan Cominges se puso el buzo de la selección y acompañó en los entrenamientos. Su propuesta fue definida como la más completa por el comando técnico de Ricardo Gareca. Quien se reunió con él para decirle que era el elegido fue Néstor Bonillo, el preparador físico de la selección y uno de los hombres que más cerca está de los jugadores en el plantel".
"Su papel, de momento, es permanecer en diálogo directo con los jugadores. No solo es un apoyo anímico y motivacional sino que también enfoca a los jugadores hacia sus objetivos más inmediatos. Los convence de que cada proyecto exige un esfuerzo, una actitud y un desgaste".
Una de las primeras imágenes de Cominges como coach de la Selección fue de una conversación que sostiene con el volante del Santos de Brasil, Christian Cueva, y Christopher González de Sporting Cristal.

Pero, ¿cómo piensa Cominges? Ya en los días previos a que Perú viaje a Brasil para disputar la Copa América 2019, el coach de Perú publicaba el mensaje "La Patria es el Otro, los otros. Todos juntos". Con la Selección ya clasificada a la final del torneo, compartió una frase que resalta la importancia de la colectividad, del equipo.

En un texto más largo, Cominges opina sobre lo que es el fútbol para él, más allá de la pelota y el césped, de la que compartimos algunas frases:
"Para mí, el juego del fútbol es la certeza de que existe un cambio permanente, cada acción de juego va cambiando su curso a veces por capricho del azar, otras por las capacidades de sus intérpretes, otras tantas por las indicaciones desde el banco y muchas más por el cambio emocional del que son parte los futbolistas durante el partido".
"Más allá del pase corto, largo, apresurado o inteligente; más allá de defender con tres, cuatro o todos juntos: durante el partido los jugadores sienten diferentes emociones. Las más comunes podrían ser la pasión, el entusiasmo, la alegría, la gratitud, la confianza, el asombro, la confusión, la desconfianza, el miedo, la rabia, la vergüenza, la frustración y la impotencia".
"Considero necesario e indispensable construir puentes de conexión, generando espacios de conversación que les permita a los jugadores, reconocer sus emociones antes, durante y después del partido, aceptarse, valorarse y escucharse como equipo; como seres humanos que interpretan, ejecutan, compiten, triunfan y fracasan".
En otro artículo, a propósito de la muerte de Carlos 'Kukín' Flores, reflexiona:
"Hoy que en nuestro país es cada vez más visible la desigualdad social, la imposibilidad de acceder a una educación o salud gratuita de calidad, así como también el derecho al deporte y recreación, nos separa irremediablemente como ciudadanos, como compatriotas, como seres humanos. Y las historias de discriminación son cada vez más comunes, más normales y generan contextos de desconfianza, resentimiento y abandono y sobre todo normalizan "la cultura del no cuidado".
Ese partido en el que se lesionó fue recordado, en noviembre pasado, cuando Cominges publicó una foto de dicho encuentro. La publicación iba acompañada de una reflexión sobre los problemas de esta sociedad, el fútbol y el aprendizaje:
"Imaginarnos ser parte de una sociedad donde nada nos conmueve, nada hace una diferencia, ni tiene un significado afectivo, es imposible e inconcebible. Dirigentes, entrenadores, futbolistas e hinchas son parte de un mismo club, independientemente de en que emoción se encuentren. En la alegría del triunfo estrechan lazos; comparten, se abrazan, hay proyecto y futuro. La derrota más bien los aleja, aparece el pesimismo, la crítica y la desconfianza. El aprendizaje emocional del futbolista tiene que ver más bien con la posibilidad de adecuarse a los cambios que se producen durante el partido. Darse cuenta cuando necesita ser atrevido y determinante; o más bien cuando reflexivo y paciente mientras hay prisa en sus compañeros y nervios en el entrenador que a estas alturas del partido la hinchada rabiosa e intolerante; grita, insulta, presiona y exige el triunfo".

Después de catorce años de ese partido en Serra Dourada, los mensajes de algunos medios parecen similares. Así como en ese entonces se hablaba de que 'la camiseta pesa' por el favoritismo a Brasil, ahora se sigue hablando mal del arbitraje y de la Conmebol. Juan Cominges debe estar conversando con los seleccionados, con Cueva, con Carlos Zambrano, para que se concentren en jugar al fútbol, en controlar las emociones, en canalizarlas y jugar "pensando" como le gusta a Ricardo Gareca. La revancha se la jugará Cominges desde otra posición.
La Selección que fue goleada 5-0 por Brasil, para luego eliminar sin fallar ningún penal a Uruguay y golear 3-0 al bicampeón Chile, llega a la final de la Copa América 2019 para enfrentar a los locales. En estos momentos, las emociones también juegan. Esperemos que a favor de Perú.
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Más allá de su pensamiento sobre el fútbol y la sociedad, la raíz de esto la encontramos en la ideología política de Cominges. Juan es admirador del Ernesto 'Che' Guevara y de Fidel Castro. En una entrevista publicada en 2015, a propósito del significado de sus tatuajes, explica por qué admira a estos políticos revolucionarios:
En 2016, cuando jugaba por Cienciano, y tras la muerte de Fidel Castro, Cominges anotó un gol de penal y celebró mostrando una camiseta con el mensaje: "Hasta la victoria, siempre".

Por esta celebración, Cominges viajó en el 2017 hasta Cuba para rendirle homenaje a Castro.
"Cuba es un país que conocía por los libros y en el que he querido estar siempre (...) estoy muy emocionado de estar aquí".
"Apenas he llegado, he visto en muchos lugares la palabra 'revolución'; pero también la he sentido en la gente, también la huelo entre ustedes".
Cominges también es conocido por ser activista a favor de los derechos humanos, la igualdad de género, los derechos de las personas LGTBI, el medio ambiente. Por ejemplo, en la campaña contra el trabajo infantil unió a Paolo Guerrero:
