La superintendencia nacional de Migraciones declaró que han ingresado 414 561 ciudadanos venezolanos al territorio peruano, de los cuales 80 mil cuentan con el Permiso Temporal de Permanencia (PTP). El Ministerio de Trabajo y Promoción de Empleo (MTPE) brinda facilidades a los migrantes para conseguir trabajo formal sin trámites de registro pero con algunas restricciones.
El economista Eduardo Recoba reflexionó a propósito de los impactos económicos de las recientes migraciones en una mesa de debate junto a Ana Gómez, economista española, y Julio Cesar Arrieche, abogado venezolano.
Un debate que, desde luego, genera disonancia entre autoridades y la población tiene que ver no sólo con gestionar el flujo migratorio sino la capacidad de respuesta de las instituciones para absorber y aprovechar de manera adecuada este movimiento, advierte Recoba.
De momento no existe un dato que evidencie un efecto multiplicador sobre la economía pero las voces de los panelistas en función a experiencias pasadas –y desde sus respectivos campos de estudio- detectan que los modelos migratorios externos indican que sí existe un impacto positivo sobre el crecimiento.
Ana Gómez señaló que las migraciones en España fueron un éxito económico y ello ha sido demostrado por los datos; la renta per cápita no se vio afectada, y es evidente la integridad económica y cultural que ha contribuido al crecimiento del país.
Un punto clave es, también, que: “compartir la misma lengua favorece a la integración” (se aplica a Perú y Venezuela)
Julio Arrieche, indicó en su reflexión final que es importante educar a los migrantes y receptores para generar la integridad de la que se habla en el párrafo anterior: “Los venezolanos venimos a construir y a emprender en conjunto con los peruanos que nos han recibido”.
En los ochentas, Venezuela fue un gran receptor de migrantes y muchos peruanos viajaron hacia allá. “Nosotros no vimos a estas personas como diferentes, no existía una percepción que los agrupaba de manera distinta a los demás”.
En cuanto a los salarios, no se van a generar salarios más bajos y esto es una creencia sesgada refutada por datos existentes. Efectivamente, los salarios sí han bajado pero es un efecto común y temporal reactivo ante cualquier migración; el 70% de la población económicamente activa (PEA) trabaja de manera informal.
La economista española indica que al inicio por necesidad y desesperación por ingresos los migrantes acuden a trabajos informales pero luego de un proceso adaptativo se podrán solicitar derechos igualitarios.
Es importante desmitificar algo que se escucha seguido en las bocas peruanas: “Los venezolanos nos están quitando trabajo e influye en nuestros salarios”. La verdad es que el empresario y capitalismo peruano es el que paga mal al trabador peruano, no la competencia entre venezolanos y peruanos.
En base a ello Ana Gómez, señala que la Confederación Nacional de Empresarios Peruanos (Confiep) que constantemente se queja a propósito de la falta de trabajadores debería realizar reformas que incluyan a venezolanos y peruanos para resolver el problema del que hablan.
Respecto a la gestión y regulación en el manejo de migrantes existe un marco legal ya establecido por diversos ministerios e instituciones pero nadie se involucra: ni empresarios, ni el sector civil, el público y otros sectores.
En consecuencia de esto existe un déficit en la contratación que requiere capacitación urgente. Estos problemas están vinculados a los sesgos “dentro de los flujos migratorios, donde desgraciadamente hay un fenómeno delictivo y mafias” pero que representan un porcentaje mínimo en proporción a otras muestras.
“Existen Instrumentos de manejo de migrantes pero tras un problema de sesgos, deriva a un déficit para que la aplicación del proceso migratorio sea positivo” añadió Julio.
Actualmente, existen ONG y organizaciones venezolanas en territorio peruano con la iniciativa para mejorar la imagen venezolana y de esa manera eliminar los sesgos. Ana Gómez, reflexionó finalmente que el rol de las municipalidades a través de gobiernos regionales es de gran importancia porque ayudarían a insertar a la comunidad venezolana a la sociedad peruana y de esa manera generar una integridad y mayor valorización hacia ellos.
Se están perdiendo muchas oportunidades, por ejemplo: hay aproximadamente 25 mil o 30 mil médicos profesionales en Lima que trabajan en oficios incoherentes con su carrera cuando podrían ayudar a atender en provincias que tanto requieren de buenos médicos de formación.