La Autoridad de Transporte Urbano (ATU) para Lima y Callao ya tiene presidente y miembros del directorio, con lo que quedó lista para empezar su labor en busca de ordenar el caos en que se han vuelto los desplazamientos vehiculares en la ciudad, la tercera con la peor congestión en sus vías en el mundo, de acuerdo a un reciente estudio internacional.

El Ministerio de Transportes designó a Humberto Valenzuela como miembro y presidente del Consejo Directivo de la ATU, según una resolución publicada este miércoles en el El Peruano. En la misma norma también se nombra a Marybel Vidal Matos, propuesta por este sector, en el directorio. 

Humberto Valenzuela, el flamante presidente de la Atu. 

Valenzuela tuvo a su cargo el diseño e implementación de los cinco corredores complementarios que actualmente funcionan en Lima.

El resto de directores de la ATU son Juana Rosa Ana Balcázar Suárez, propuesta por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF); y José García Calderón, propuesto por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS). 

En representación de la Municipalidad Metropolitana de Lima se designó para ese consejo directivo a Miguel Sidia Carrasco, Daniel  Figueroa Camacho y Fernando Perera Díaz, y por la Municipalidad Provincial del Callao se nombró a Edgar Lionel Colquicocha Goñi.

Así, la ATU quedó completa y lista para enfrentar uno de los mayores retos en una ciudad en la que hay más de 350 rutas en las que se realizan 16 millones de viajes al día de los cuales apenas un millón lo cubren los sistemas de transporte masivo, como el metro, el Metropolitano y los corredores viales, y el resto taxis, colectivos, mototaxis y más de 25 mil combis, lo que explica en gran parte la congestión vehicular.

El objetivo de la ATU es integrar el transporte público y ordenar y centralizar las funciones de gestión y fiscalización, que se dividen entre demasiadas entidades, por lo que esta labor, en la actualidad, es poco eficiente, muchas veces se duplica o sobrepone y es dispersa.

Así, la ATU asumirá en adelante la mayoría de las funciones de las gerencias de transporte urbano municipales, Protransporte y la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico (AATE).

Según precisó El Comercio, tendrá bajo su responsabilidad también la aprobación del plan de movilidad urbana, así como promover y ejecutar la inversión pública y privada, otorgar concesiones y autorizaciones para los buses y taxis, y ejercer la administración del sistema de recaudo único. 

Además, la ATU fiscalizará el cumplimiento de las normas de los servicios de transporte, sancionará a los operadores y conductores de los servicios de transporte y declarará áreas o vías saturadas, entre otras funciones.

La complejidad del proceso

La integración de los sistemas de transporte en Lima y Callao se avizora para la ATU como una labor titánica, que puede tomar más tiempo del promedio para lograrlo, que es de entre 5 a 10 años, según la experiencia en países de América Latina y Europa, debido a la informalidad y la precariedad del sistema actual.

El caos del transporte público se explica en parte por que funciona bajo el régimen ‘comisionista-afiliador’, explica El Comercio, en el que una sola persona puede ser titular de una ruta, pero como no tiene unidades propias ni respaldo económico, lo que hace es convocar a cualquier dueño de bus y choferes sin filtros que son los idóneos para prestar el servicio. La consecuencia es, por ejemplo, que buses de la misma flota compiten entre sí, poniendo en riesgo la integridad de los pasajeros. Casos de accidentes por esta situación se ven cada semana.

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