La semana pasada, la ministra de Educación, Flor Pablo, fue interpelada en el Congreso por la educación con enfoque de género, una política nacional que tiene el objetivo de promover la tolerancia y el respeto entre los alumnos. En su presentación, la titular del Minedu resaltó que la mayoría de casos de violencia escolar se debe a la homofobia y al machismo. Por ello, consideró que es necesario que los menores aprendan que existe la diversidad sexual, así como la cultural, religiosa y de otros tipos.

Tras la defensa de su colega, la ministra de la Mujer, Gloria Montenegro, le manifestó su apoyo, resaltó la importancia de la educación sexual, citó las lamentables cifras de violencia hacia las mujeres y dijo a ATV:

"Lamento que grupos interesados que tienen convenios, compromisos con estas corrientes que pretenden distraer el mensaje central, confundir en algo tan importante para el desarrollo de la mujer, la familia, el Perú, pero que puntualmente se haya visto ayer que han quedado muy mal, muy mal, opiniones como las de la congresista mencionada quedan en el vacío porque carecen de argumentos, carecen de bases científicas".

Montenegro hizo referencia a "grupos interesados" y "corrientes". La ministra no los mencionó, pero se trata de grupos religiosos conservadores organizados en 'Con mis hijos no te metas', un colectivo que se opone de manera radical a la educación con enfoque de género. Grupos como este son los que, como dice la ministra de la Mujer, "carecen de argumentos y bases científicas".

Sin embargo, ahora nos damos con la sorpresa de que Montenegro, que dice ser feminista y apoyar la educación sexual, se ha unido a una campaña promovida por uno de los grupos de ‘Con mis hijos no te metas’. El último 15 de mayo, el Ministerio de la Mujer publicó una foto suya junto a las artistas Gisela Valcárcel y Yuri, anunciando que se unían a la campaña #YoSoyMás.

Si bien toda campaña que busque luchar contra la violencia hacia las mujeres debe ser apoyada. Este apoyo no debería ser a ciegas. Hay que tener reparos, especialmente cuando, como dice la ministra, detrás pueden haber "grupos interesados". En este caso, se trata de una campaña impulsada por la iglesia cristiana Agua Viva.

Y no se trata de cualquier iglesia cristiana: Agua Viva está vinculada a un caso de blanqueamiento de capitales. Como se informó en 2017, su fundadora, Alda Mirta Lazo Ríos de Hornung, se encuentra investigada por el presunto delito de lavado de activos por la compra del Coliseo Amauta.

En sus redes sociales, la fundadora de Agua Viva ha estado promocionando el evento de la campaña 'Yo soy más'.

Esta iglesia cristiana, que ahora dice buscar resaltar el rol de la mujer en la sociedad, es parte del colectivo que se opone al plan de educación que busca combatir la violencia machista. Aquí podemos ver a su fundadora (con lentes oscuros) sosteniendo un cartel en la marcha de 'Con mis hijos no te metas'

Cuando defendió a la ministra de Educación, Montenegro respondió a las declaraciones de la congresista Tamar Arimborgo, quien afirmó que el Minedu era Sodoma y Gomorra y que las relaciones sexuales solo deberían ser practicadas para procrear, pero no para sentir placer (¿?). Ahora, la ministra de la Mujer se encuentra en una situación en la que coincide con dicha congresista. Arimborgo es activista radical contra el enfoque de género, habitual participante de las marchas ultraconservadoras y sus opiniones son compartidas por 'Con mis hijos no te metas'. 


Ante las críticas por su participación en esta campaña, el Ministerio de la Mujer publicó un comunicado precisando que la campaña es ajena y que apoya todas las iniciativas que busquen eliminar la violencia hacia las mujeres.

"Unidos y unidas podemos vencer a la violencia con tolerancia y respeto a los derechos humanos sin discriminación de ningún tipo", se lee al final del pronunciamiento del Ministerio de la Mujer.

Precisamente para vencer la intolerancia y luchar contra todo tipo de discriminación, como han dicho el Presidente y varios de sus ministros, se debe apoyar el Currículo Nacional de Educación. Unirse con los que se oponen a esta política pública no sería lo más conveniente. 

Organizaciones como 'Agua Viva' y campañas como 'Yo soy más' se contradicen a sí mismas al decir que quieren luchar contra la violencia hacia las mujeres, pero, por otro lado, oponerse a la educación que busca combatir el machismo, causa principal de los feminicidios.

El problema de esta campaña no es que sea impulsada por religiosos. En el Perú, existe la libertad religiosa establecida en el Artículo 2 (numeral 3) de la Constitución. Los peruanos son libres de creer y tener el culto que prefieran, pero eso no impide que otros tengamos la libertad de expresión de cuestionar sus incoherencias y señalar que, por ejemplo, la fundadora de una iglesia cristiana está siendo investigada por lavado de activos. 

Por otro lado, debemos resaltar que, entre las principales funciones del Ministerio de la Mujer, está lo siguiente:  

“Diseñar, concertar y conducir la implementación y desarrollo de los procesos y mecanismos que sean necesarios para la aplicación, seguimiento, supervisión y evaluación de las políticas nacionales y sectoriales, con enfoque de género, en el ámbito de su competencia”.

¿De qué manera juntarse con los que se oponen al enfoque de género y a una política nacional como el Currículo de Educación concuerda con estos objetivos? 


[Imagen: composición de La Mula con fotos de El Heraldo y Twitter]


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