Durante los últimos años, la región de Madre de Dios alberga centros mineros informales e ilegales, así como taladores ilegales envueltos con mafias y narcotraficantes que contaminaban las reservas nacionales de Madre de Dios. Pero hay posibilidad de cambio y ya se está iniciando el proceso, paso a paso.
El Servicio Nacional de Áreas naturales Protegidas (Senarp) informó que se le dio la “licencia para la conversión” a extaladores y mineros ilegales con un proyecto de innovación económica y agraria en la producción de cacao y castañas que traerá beneficios económicos a los involucrados, obligando así a dejar de lado actividades ilícitas y recuperar las zonas afectadas con un proyecto auto sostenible.
La Cooperativa Agraria de Servicios Múltiples Tambopata Candamo (Coopaser) formada por más de 250 trabajadoras han dado un giro en sus actividades y formalmente han pasado a ser parte de esta “alianza” que pretende conservar las áreas y el crecimiento económico con métodos autosostenibles de cosecha y procesamiento. Este proceso consiste en emplear 1256 hectáreas de parcelas agroforestales para el crecimiento de “cacao fino”. Esta alianza le da un valor agregado al producto de estas organizaciones, como el caso del cacao de Tambopata.
Aún hay mejores noticias: en cuanto al crecimiento económico de la zona, luego de la planta post cosecha que acaba de inaugurar Coopaser permite una capacidad mayor de procesamiento y asegura, también, una mayor calidad. Esta planta será beneficiosa para más de 500 familias de la zona.
Cirilo Chávez, representante de la cooperativa, señala que esta nueva actividad le ha permitido a su comunidad y organización conectarse con otros mercados “verdes” y significa menos deforestación y menos actividades ilegales.
Otra gran oportunidad ha surgido en Madre de Dios, esta vez girando alrededor de otro producto: la castaña; Perú es el principal productor de castaña en el mundo. “El nuevo oro de Perú y para Madre de Dios”, indica Heidy Pereira, presidenta de la Asociación de Castañeros de la reserva Tambopata. Esta alianza beneficia a las trabajadoras de la reserva, formada en un 85% por mujeres de la región, y la asociación se ve beneficiada por la inserción a distintos mercados locales que le otorga la “licencia”.