Luego del suicidio de Alan García, que se quitó la vida luego de ver a policías y a un fiscal en su domicilio, varios políticos vinculados al aprismo y al fujimorismo han decidido apuntar contra los fiscales del equipo Lava Jato. Prácticamente los han responsabilizado de la muerte del aprista y denuncian supuestos abusos, victimizando a los investigados por el caso de megacorrupción. Ante ello, los fiscales se pronunciaron con un comunicado en el que defendieron su trabajo. En una entrevista al diario español El País, el coordinador de este equipo, el fiscal Rafael Vela Barba, explicó la situación:

"Estamos en una fase ya de mayor madurez procesal, buscando medidas que aseguren que los fines de la investigación sean los que correspondan al procesamiento de la información que estamos recibiendo. A través de la actividad investigativa de los fiscales soportada y tal vez potenciada por herramientas procesales como la colaboración eficaz".

En la entrevista realizada por los periodistas Francesco Manetto y Jacqueline Fowks, Vela Barba resaltó la particularidad de estas investigaciones:

"No se olvide usted que estamos enfrentando no solamente a toda la clase política del país que está involucrada en hechos de lavado de activos y corrupción sino también propiamente a un fenómeno de espaldas financieras muy grandes en donde también las personas de alto perfil tienen mucho dinero para pagar defensas técnicas muy calificadas".
"Nos estamos enfrentando sin excepción a todos los grandes estudios de abogados de Lima en materia penal. Es una pelea con todo lo que el dinero puede pagar, dinero que además muchas veces tiene una condición ilimitada en la medida de que la corrupción tiene grandes fondos. La abogacía es siempre una profesión que está vinculada al ejercicio del derecho, todos tienen derecho a la defensa y todos en este caso tienen defensa muy calificada".

Sobre el importante trabajo de los fiscales de su equipo, afirmó:

"Tiene que haber gente calificada, pero fundamentalmente tiene que haber gente que tenga la mística para hacer un trabajo por el cual uno no gana más dinero que el que corresponde a su salario. Ha sido bien complejo el proceso de selección de las personas del equipo especial. También es verdad que, dentro de la propia institución, al tratarse de un caso de gran envergadura sometido a mucha presión y a muchas circunstancias y vicisitudes complejas, de interferencia política, muchos fiscales no se quieren comprometer".

Por otro lado, ante las críticas de cierto sector político que lo acusa de no investigar a políticos de izquierda, como Susana Villarán, el coordinador del equipo de fiscales del caso Lava Jato señaló:

“Nos dicen siempre que somos selectivos y que no queremos tocarla, eso no es cierto. Probablemente sea el caso en el que más evidencia tenemos, porque tenemos información de las dos empresas brasileñas, OAS y Odebrecht, que contrataron con la Municipalidad de Lima durante su período y el del [siguiente] alcalde, Luis Castañeda".
"Cuando heredamos el caso Lava Jato, heredamos el caso de la señora Villarán con una decisión judicial de comparecencia con restricciones e impedimento de salida y de otras personas. Recibimos una situación jurídica resuelta y para poderla variar, necesitamos nuevos presupuestos legales. Variar una medida de coerción es muy complicado".


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