La semana pasada cuando se publicó el reportaje de Cuarto Poder, no dijo mucho sobre el caso de presunta reventa de entradas para las Eliminatorias 2018 desde la Federación Peruana de Fútbol (FPF). Solo respondió que la Conmebol era la institución que estaba investigando.

Ahora, Juan Matute, secretario general de la FPF, afirma que no pudo declarar porque no tenía autorización de la Confederación Sudamericana ni de la Federación Internacional, pero que ahora ya puede decir que fue su sector el que inició las investigaciones. En entrevista al programa televisivo, Matute contó que en julio del 2018, se reunió con representantes de la FIFA, quienes le pidieron que proceda a denunciar el caso de manera escrita. También señaló que se reunió con representantes de la Comisión de Ética de la Conmebol.

"Yo represento a la Federación buena. Fue con la Conmebol y la FIFA, con las que iniciamos la investigación. La semana pasada no estaba autorizado para contar algo porque era de carácter reservado", dijo.

En este sentido, resaltó que esta es la primera administración que se atreve a ir a los organismos internacionales. "Esto no se ha hecho en 30 años", dijo.

Matute afirmó que contrató a una empresa de seguridad para que se reúnan las pruebas de las reventas hechas desde la FPF: se hizo seguimiento a los involucrados, se grabaron videos y tomaron fotos para que la denuncia sea consistente.

Sobre Agustín Lozano, actual presidente de la FPF, principal involucrado en las presuntas reventas a los partidos de la Selección Peruana, confirmó que él sí tenía conocimiento del caso y que la notificación se hizo de manera escrito. Con ello, quedó demostrado que Lozano mintió en el reportaje de la semana, en el que negó tener conocimiento del caso, por lo que se limitó a declarar.

Lozano está involucrado, ya que las entradas que habrían sido revendidas salían a su nombre. Al respecto, su defensa ha sido la de que él repartía, pero no es responsable de lo que los demás hagan con los boletos.

A pesar de reconocer la gravedad de este caso, Juan Matute dijo que la reventa no era un delito en Perú, pero que sí constituía una falta ética que debe ser sancionada. Lo grave de este caso es que para hacer efectiva la reventa se repartían funciones en lo que da la apariencia de una organización criminal que vendía, incluso, boletos que eran de cortesía; es decir, eran a cero costo.


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[Foto de portada: El Popular]