Este 15 de marzo, mientras miles de jóvenes se movilizaban en diversas ciudades del mundo en demanda de una pronta acción climática de parte de sus gobiernos, la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA), reunida en Nairobi (Kenia), acordó reducir significativamente los plásticos de un solo uso para el 2030. Ciento setenta naciones se comprometieron a abordar los daños causados ​​a los ecosistemas por el uso insostenible y la eliminación de productos plásticos. 

“Abordaremos el daño a nuestros ecosistemas causado por el uso y la eliminación insostenibles de los productos plásticos, incluso mediante la reducción significativa de los productos plásticos de un solo uso para el año 2030, y trabajaremos con el sector privado para encontrar productos asequibles y respetuosos con el medio ambiente", dice la declaración que firmaron los ministros asistentes.

La mayoría de las naciones, incluida la Unión Europea, respaldó la propuesta de la India que planteó eliminar progresivamente los productos de plástico de un solo uso para el 2025. Sin embargo, Estados Unidos no quiso asumir compromisos ambiciosos y lideró con algunos países, entre ellos Arabia Saudita y Cuba, un esfuerzo por diluir el texto, lo que dio como resultado la declaración final de "reducir significativamente" los plásticos para 2030. 

Si bien se trata del primer compromiso global para frenar los plásticos, especialistas ambientalistas consideran que las promesas no van lo suficientemente lejos como para enfrentar con urgencia la creciente crisis de contaminación que amenaza al mundo.

Juan Carlos Rivero, director científico de OceanaPerú, coincide con ellos: "Los acuerdos alcanzados en Nairobi sobre la contaminación por plásticos son insuficientes y no reconocen la urgencia de controlar el problema tanto en la producción como en el desecho de estos materiales. Una pequeña minoría liderada por Estados Unidos ha bloqueado acuerdos más efectivos para no afectar los intereses de sus compañías petroquímicas", dice a La Mula

El especialista peruano hace un símil con lo que ocurrió por estos lares durante la discusión de la Ley de los Plásticos de un solo uso: el sector privado presionó para alargar los periodos de adecuación y los ámbitos de acción de la nueva ley. "Nuevamente el interés privado ha sido puesto por delante del bienestar colectivo", subraya.

El 66% de los países del mundo ha adoptado algún tipo de legislación para regular las bolsas de plástico, de acuerdo con un informe lanzado en diciembre pasado por ONU Medio Ambiente y el Instituto de Recursos Mundiales (WRI). Es la tendencia global, incluso Perú ya tiene una ley, que está a la espera del reglamento. 

El acuerdo se refiere básicamente a los plásticos de usar y tirar: tenedores, cucharitas, cuchillos, removedores de bebidas, palitos de globos, sorbetes, tazas, vasos, botellas de bebidas, envases para alimentos, envoltorios de comida rápida, bandejas, toallitas húmedas y colillas de cigarros, entre otros artículos. Esto lo hace insuficiente. No obstante, puede ser relevante si incentiva la innovación y sirve para que los sectores productivos afectados respondan de manera creativa y sostenible.

De acuerdo con cifras de la ONU, cada año se utilizan alrededor de 500 mil millones de bolsas plásticas desechables en todo el mundo, mientras que 1 millón de botellas de plástico se compran por minuto. Ocho millones de toneladas acaban en los océanos cada año.  

Mientras tanto, tras las quejas gubernamentales y civiles ante los impactos nefastos de los residuos plásticos en los océanos -que cada vez se documentan mejor- hay empresas que se han comprometido a ser más respetuosas y a asumir la responsabilidad de los envases usados.

Así como el viernes pasado miles de jóvenes se manifestaron en las calles y exigieron a los países que actúen con urgencia frente al cambio climático, gobiernos, empresas y ciudadanía en general debemos combatir la contaminación de los plásticos. ¡Ya!