La mayor parte de Venezuela se quedó sin energía eléctrica desde el jueves por un masivo apagón que continúa este viernes. Ya son más de 20 horas si luz, por una falla en la central de Guri, que obligó al régimen de Nicolás Maduro a suspender el servicio de metro en Caracas, las clases y las actividades laborales en casi todo el país, sumido en la peor crisis de su historia.
El jueves, medios locales reportaron que la pérdida de energía afectó a más de la mitad del país, mientras usuarios de redes denunciaron la falla en al menos 21 de los 23 estados de Venezuela. La vicepresidenta, Delcy Rodríguez, dijo en su cuenta de Twitter que su país es "víctima de la guerra eléctrica imperial".
Desde la tarde del jueves también se afectó el servicio telefónico, tanto de voz como de datos, e interrumpió las actividades en el al aeropuerto de Maiquetía y el tráfico entre la costa y el distrito metropolitano de Caracas, que fue la ciudad más afectadas por el apagón.
Corpoelec, la empresa eléctrica estatal, denunció a través de su cuenta en Twitter de un "sabotaje" en central hidroeléctrica del embalse de Guri, en el este del país, y una de las mayores represas de generación de energía en América Latina, que solo es superada por la de Itaipú (entre Brasil y Paraguay).
"Hemos sido objeto nuevamente de la guerra eléctrica", dijo el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, en el mismo sentido que Delcy Rodríguez.
La volatilidad continua de precios, que varían de una semana para otra, obliga a la mayoría de comercios y vendedores ambulantes a hacer uso de medios de cobro electrónicos, por ello el apagón se dejó sentir con fuerza en el comercio, porque ya casi ninguna transacción puede llevarse a cabo.
Según reportes de agencias y corresponsales, aún no se conoce el impacto de la falta de energía en los hospitales, que ya operaban en precarias condiciones.
Es "un sabotaje criminal, brutal", que trata de dejar a Venezuela sin suministro por "varios días", dijo por su lado el titular de Comunicación y uno de los hombres más cercanos a Maduro, Jorge Rodríguez, al asegurar que el servicio se restableció en su totalidad en el oriente del país, pero ciudadanos de esa región lo desmintieron.
El corte de suministro avivó además la tensión con la oposición. "¿Cómo se le dice a una madre que debe cocinar, a un enfermo que depende de una máquina o a un obrero que debe trabajar que estamos en un país potencia sin luz", se preguntó el presidente de la Asamblea Nacional y reconocido como mandatario interino por más de 50 país, Juan Guaidó. "Venezuela tiene claro que la luz llega con el cese de la usurpación. Sigamos adelante".
Desde 2014, Venezuela atraviesa por una una severa crisis económica que redujo su actividad productiva a prácticamente la mitad y provocó que el ingreso per cápita caiga hasta niveles inéditos desde la década de los cincuenta.
A ello se suma la hiperinflación, que complica aún más la crisis, con los precios creciendo a un ritmo del 10.000.000%, según datos del FMI. A finales de 2018 la nación petrolera entró en la historia de las grandes crisis del mundo: solo nueve países, la mayoría en guerra, han vivido en lo que va de siglo XXI una depresión comparable a la venezolana.
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