La lucha contra la pobreza en el Perú no solo se ha estancado en los últimos años, en medio de escándalos de corrupción y pugnas políticas, si no que ha retrocedido. Así lo revela el estudio "Brechas latentes: Índice de avance contra la desigualdad en el Perú 2017 - 2018", de Oxfam, el cual señala que en el país —después de 15 años—, el índice de peruanos que no pueden cubrir sus necesidades más básicas (alimentación, salud, estudio, ropa) volvió a crecer, al pasar de 20.7% en el 2016 a 21.7% en el 2017, lo que equivale a que unos 400 mil compatriotas volvieron a vivir en la pobreza, cifras que coinciden con las oficiales que reportó el INEI en abril del 2018.

Para el 2018 las cifras de la lucha contra la desigualdad tampoco son alentadoras, de acuerdo con el autor del informe, Armando Mendoza, citado por La República, al precisar que se analizaron los cinco ejes que los partidos políticos plantearon para el desarrollo social y económico del país en la campaña del 2016.

La investigación de Oxfam concluye que para luchar contra la desigualdad urge contar con un sistema tributario justo, que se base en la tributación de la riqueza y no de "impuestos ciegos", como el IGV o el Impuesto Selectivo al Consumo. Esto quiere decir que los más ricos deberían pagar más impuestos, para lograr niveles aceptables de financiamiento de servicios públicos como la educación, la salud, la seguridad, los programas sociales, entre otros.

Mendoza señaló que, en el 2016, se estableció como un mínimo aceptable para el financiamiento del Estado el equivalente del 18% del PBI, pero ahora esa cifra es de 15.3%, muy por debajo del promedio de los países miembros de la OCDE. "Hoy aún estamos más lejos en términos de lo que aspiramos a ser en desarrollo inclusivo y social", alertó el investigador.

El informe también señala que se ha estancado la evolución del gasto público para mejorar las condiciones de las personas. Por ejemplo, en 2016 se destinaba 2.8% del PBI a la protección y previsión social, pero en 2018 se redujo a 2.7%. 

En lo referente a educación, actualmente se invierte un equivalente al 4.3% del PBI, lo cual nos ubica aún lejos de la meta mínima del 6% establecida en el Acuerdo Nacional. La anemia infantil pasó de 43.6% en el 2016 a 46.6% durante el primer trimestre del 2018, lo que afecta a casi la mitad de los niños peruanos menores de tres años.

Informalidad laboral y brecha salarial

La investigación también aborda el tema del empleo digno. En los últimos años, la informalidad creció en línea con la desaceleración económica y las inadecuadas políticas laborales. En el 2016, el 28% de la Población Económicamente Activa (PEA)contaba con empleo formal, mientras que en 2018 se redujo a 27% de la PEA, mientras que el salario mínimo (S/930) no alcanza para cubrir la mitad del valor de la canasta básica familiar.

En cuanto a la brecha salarial también se ha retrocedido, según el informe. Así, por ejemplo, el sueldo de una mujer, en algunos casos, puede llegar a representar solo la tercera parte del salario de un hombre. Y al analizarse la evolución que tuvo este indicador entre ambos géneros, la brecha se mantuvo igual en los últimos 10 años.

Pronóstico oficial

El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, sostuvo este miércoles que si las tasas de crecimiento que se registrarán en los próximos tres años rondan el 5% se podrá reducir la pobreza del 21% actual al 18%.  

"El Perú mantiene indicadores estables, un marco institucional fuerte y un crecimiento económico que destaca entre los países de la región. Estamos seguros que los inversionistas extranjeros ven al Perú como un país en el que se pueden realizar grandes inversiones en diversas áreas", dijo en su participación en el del XVI Road Show que en su segundo día se realiza en Londres, Reino Unido.

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