Los venezolanos que viven en Cúcuta se alistan para recibir los lineamientos del autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, sobre el traslado de las ayudas humanitarias a través de la zona de frontera, que está previsto para el próximo 23 de febrero.
Este martes, miles des venezolanos volvieron a las calles para exigir a las Fuerzas Armadas venezolanas que permitan la llegada de la ayuda internacional que el régimen de Nicolás Maduro rechaza.
Voceros de la Coalición Ayuda y Libertad Venezuela, una fundación presentada el pasado viernes por la oposición venezolana para apoyar este procedimiento, dicen que de 11.000 ciudadanos del país petrolero se inscribieron como voluntarios para sobrepasar el bloqueo impuesto por Maduro y lograr el cruce a pie al otro lado de la línea divisoria.
"En Venezuela hay millones de personas que duermen sin un plato de comida. Y, ¿qué vamos a hacer? No nos vamos a quedar con los brazos cruzados. Por eso, estas contribuciones van a pasar con el apoyo no solo de nuestros compatriotas, también hay colombovenezolanos que van a acompañar este cerco humanitario", dijo Eduardo Espinel, delegado de esta organización.
Los venezolanos en Cúcuta también colaboran con la organización de las más de 46 toneladas de alimentos y medicinas, almacenadas en el puente internacional de Tienditas, que permanece cercado con un carro cisterna y dos contenedores. Las manos de estos voluntarios organizan los kits de ayudas de tal forma que puedan beneficiar a una familia compuesta de cinco personas, durante un periodo de siete días.
Aún no se tiene claro los pormenores de esta movilización, porque varios de estos voluntarios aseguran que se podría presentar una situación similar a lo ocurrida en junio de 2016 con las llamadas 'damas de blanco', un grupo de madres enfundadas con camisas blancas que desafiaron el cierre de la frontera que se había decretado en ese entonces desde Ureña a Cúcuta, a través del puente internacional Francisco de Paula Santander.
El jueves pasado llegaron los primeros camiones con suministros a una bodega en el puente internacional de Tienditas, cerca de Cúcuta, la principal ciudad sobre la porosa frontera común, que se extiende a lo largo de 2.200 kilómetros. Del lado venezolano, los militares bloquearon todos los carriles de la moderna estructura, aún sin estrenar, con dos contenedores y un camión cisterna.
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