El papa Francisco admitió este martes en Abu Dabi que curas y obispos abusaron sexualmente de monjas. "Hubo curas y también obispos que hicieron eso", comentó el Sumo Pontífice, que nunca antes había tratado este tema, en el avión de regreso a Italia desde Emiratos Árabes Unidos. 

Para Francisco, esta situación es posible encontrarla "en todas partes", pero que ocurrió más frecuentemente en "algunas congregaciones nuevas y en algunas regiones". "Hemos estado trabajando durante mucho tiempo sobre este asunto. Hemos suspendido a varios clérigos que han sido despedidos por esta causa", señaló el Papa, al evitar mencionar nombres ni países.  

"No sé si el proceso (canónico) ha terminado, pero también hemos disuelto algunas congregaciones religiosas femeninas que han estado muy vinculadas a esta corrupción", manifestó, al señalar que la Iglesia no puede refugiarse en la negación

"¡¿Tenemos que hacer algo más? Sí. ¿Tenemos la voluntad de hacerlo? Sí!", enfatizó.

Esta no es la primera vez que el Sumo Pontífice se refiere a abusos sexuales cometido en la iglesia católica. En su visita a Chile en 2018, dijo sentir "dolor y vergüenza ante el daño irreparable causado a niños por parte de los ministros de Iglesia" en el país del sur. 

Francisco aludía en ese entonces a los escándalos que devastaron la imagen de la Iglesia sobre todo desde que estalló en el 2011 el caso Karadima, cura condenado por abusos a adolescentes y jóvenes de clase media y alta y familias muy conocidas y tradicionales de Santiago.

Intermediación en Venezuela

De otro lado, Francisco dijo estar dispuesto a mediar entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó por una salida a la crisis en Venezuela si lo piden tanto el chavismo como la oposición, pero que primero hay que intentar buscar un acercamiento de sus posiciones. Durante el mismo vuelo, en Abu Dabi, confirmó que Maduro le había escrito una carta pero que todavía no la había leído.

"Antes de partir de viaje supe que llegaba la carta (de Maduro). No la he leído todavía. Pero para que haya una mediación, como un último paso, es necesaria la voluntad de ambas partes, ambas tienen que pedirla. Ese fue el caso de Argentina y Chile", indicó el papa, al recordar la interlocución de Juan Pablo II para evitar una guerra entre ambos países.

(Foto de cabecera: EFE)

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