La Comisión Investigadora de Abusos Sexuales en contra de Menores de Edad en Organizaciones ya empezó a recoger los testimonios de las víctimas del Sodalicio de Vida Cristiana. El primero en hacerlo fue periodista José Enrique Escardó, quien denunció los abusos vividos en su juventud cuando era miembro aspirante de esta organización religiosa.

Hace casi dos semanas, el grupo investigador que preside el congresista liberal Alberto de Belaunde había escuchado al actual superior encargado del Sodalicio, Alessandro Moroni, a Fernando Vidal, vicario general, y al abogado Claudio Cajina. Aquella vez,  Moroni alegó que los sodálites no se habían percataron de los abusos físicos, psicológicos y sexuales. "La toma de conciencia ha sido paulatina", anotó.

Escardó refirió que "el camino a la obediencia" diseñado por el Sodalicio, permitía aplicar castigos como lavar los servicios higiénicos con las manos, sin guantes y con esa misma agua lavarse la cara. O estar semanas ingiriendo lechugas y agua, dormir por meses en una escalera o escribir 10 mil veces una consigna de castigo.

Según su relato, el maltrato no se limitaba a lo psicológico, también era físico y emocional, y agregó que más tarde se enteró de los abusos sexuales que, en su caso, no llegaron a suceder; pese a que en una vez fue examinado físicamente por su director espiritual.

Escardó contó un estremecedor pasaje donde Alfredo Dracen, su guía y formador espiritual, le hizo "pruebas de valor" poniéndole una navaja en el cuello, y luego, punzándole y haciéndole piquetes en el pecho con el mismo objeto y calificándolo de "maricón", porque lloró ante la prueba.

El periodista, quien fue la primera persona en revelar los abusos que se cometían dentro del Sodalicio, cuestionó que el Ministerio Público no haya actuado de oficio una vez conocidas las denuncias, y acusó al grupo religioso de cerrarle puertas laborales, por lo que terminó su intervención solicitando apoyo para sacar adelante a su familia.

Los congresistas de la comisión Alberto de Belaunde (Bancada Liberal) y Gloria Montenegro (APP), agradecieron la valentía de Escardó por su testimonio, que ayuda a la sociedad a estar alerta en la prevención de casos de abuso contra menores de edad.

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