Los tres agentes de la escolta del ex fiscal de la Nación Pedro Chávarry tuvieron participación en la irrupción de una oficina en el piso nueve de la sede central del Ministerio Público que había sido lacrada por el fiscal José Domingo Pérez, en el marco de la investigación a Keiko Fujimori y su partido.
A esa conclusión llegó la Dirección de Investigaciones de la Inspectoría General de la Policía que indagó el escándalo por la irrupción ilegal en el despacho en el que trabajaba el exasesor de Chávarry Juan Duarte Castro, reveló La República este lunes. En este caso, fue la exconsejera de prensa de la fiscalía de la Nación Rosa Venegas Mello —ya bajo investigación fiscal— quien entró al lugar y sustrajo documentos que estaban bajo custodia fiscal, con la ayuda y complicidad de los efectivos policiales Juan Arias Contreras, Hugo Robles Chiong y James Rodríguez Zavaleta, todos bajo el mando del extitular del Ministerio Público.
Así, luego de interrogar a los involucrados en el caso y de visualizar los videos de seguridad, Inspectoría de la Policía halló al suboficial Arias responsable de haber cometido infracción contra el servicio policial, que se castiga con 4 a 10 días de rigor; en el caso de los técnicos Robles Chiong y Rodríguez Zavaleta se les imputó infracción muy grave contra el servicio policial, que se castiga con la destitución.
En sus testimonios, los tres policías negaron haber actuado por orden del exfiscal Chávarry para cooperar con la exasesora Venegas, pero además de las imágenes de seguridad, fueron claves para sustentar las imputaciones las declaraciones de los dos agentes de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac), Gloria Portocarrero Serván y Anthony Andía Fernández, quienes estaban custodiando el despacho lacrado y fueron testigos de los hechos.
Estos suboficiales reconocieron a los escoltas de Chávarry, quienes los distrajeron y apartaron del lugar para que Venegas pudiera llevarse el material que estaba en custodia. Según la investigación policial, para ello, los escoltas del ex fiscal de la Nación tramaron un plan y eligieron la hora del almuerzo de aquel 5 de enero para ofrecer a los agentes de la Diviac un espacio que estaba asignado a ellos para que comieran, lejos de la oficina lacrada que debían vigilar. Andía y Portocarrero recién se dieron cuenta del engaño cuando vieron en las imágenes, mientras empezaban a comer, que Venegas y los escoltas sacaban objetos de la oficina lacrada.
"Reconocí en las imágenes a los suboficiales Juan Arias Contreras, James Rodríguez Zavaleta y Hugo Robles Chiong, quienes nos facilitaron el ambiente de Seguridad del Estado para poder almorzar y coordinaron entre ellos para que se manipulara la oficina lacrada de la Fiscalía de la Nación y permitieron el ingreso de una persona luego identificada como Rosa Venegas Mello", declaró la suboficial Portocarrero, citada por La República.
Luego, como parte de la maniobra de distracción, se presentó el suboficial superior Juan Arias para hacerle diversas preguntas. "Noté en todo momento una actitud de alerta por parte del suboficial Gerardo Robles, porque él era quien entraba y salía extrañamente y se mantenía parado cerca al ambiente donde almorzábamos", dijo Portacarrero.
El suboficial de la Diviac Anthony Andía confirmó la versión que dio su compañera. "Mientras almorzábamos, entraban y salían y hablaban por radio o teléfono y logré escuchar algunas palabras como p¡Esperen!’, ‘¡Ya van a salir!'", relató a Inspectoría.
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