Luego de que miles de personas marcharan el domingo en las principales ciudades de Colombia para rechazar la violencia terrorista, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) reconoció este lunes la autoría del ataque con un coche bomba a la escuela de Policía en Bogotá, que dejó 21 muertos y 68 heridos.

El presidente colombiano, Iván Duque, había responsabilizó del ataque al ELN y le pidió a Cuba que capture a diez dirigentes del grupo rebelde que se encuentran en La Habana para luego extraditarlos a Colombia. Pero el régimen de la isla anunció que actuará en estricto respeto a los Protocolos del Diálogo de Paz firmados entre el Gobierno de Colombia y el ELN, que brindan garantías de seguridad a los líderes guerrilleros para regresar a zonas montañosas o selváticas de Colombia, para que estén a salvo de operaciones militares durante un determinado tiempo.

En un comunicado publicado en "Voces", su página de internet, el ELN alegó que la Escuela de Cadetes, en el sur de Bogotá, "es una instalación militar" en donde se forman oficiales de Policía "que luego realizan inteligencia de combate, conducen operaciones militares, participan activamente en la guerra contrainsurgente", entre otras funciones.

"Por tanto la operación realizada contra dichas instalaciones y tropas, es lícita dentro del derecho de la guerra, no hubo ninguna víctima no combatiente".

El ataque con una camioneta cargada con 80 kilos del explosivo pentolita ya había sido atribuido al ELN por la Fiscalía General y el Ministerio de Defensa, después de identificar al conductor del vehículo como José Aldemar Rojas Rodríguez, de 56 años, quien era miembro de esa guerrilla.

El atentado además terminó por sepultar los ya agonizantes diálogos de paz entre el ELN y el Gobierno colombiano. "La paz no avanza y el proceso retrocede si los contendientes en una guerra no se respetan; esto empieza por respetar el dolor de todos", afirma el grupo guerrillero, según el cual, el mandatario Duque "no le dio la dimensión necesaria al gesto de paz" que considera fue la tregua navideña que el ELN hizo entre los pasados el 23 de diciembre y 3 de enero.

En su polémico pronunciamiento, ELN incluso trata de justificar su demencial ataque, al señalar que las Fuerzas Armadas "aprovecharon este cese para avanzar las posiciones de sus tropas de operaciones".

"Es entonces muy desproporcionado que mientras el Gobierno nos ataca, plantee que nosotros no podamos responder en legítima defensa", señala el ELN, respecto al atentado contra la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander, que recibió el repudio unánime de los colombianos y de la comunidad internacional.

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