Cada vez se van desvelando más detalles que complican la situación judicial de Keiko Fujimori, hoy bajo prisión preventiva, en la investigación por lavado de dinero de origen ilegal que realiza el Ministerio Público. El 31 de octubre pasado, el mismo día que declaró ante el despacho del fiscal José Domingo Pérez el congresista fujimorista Miguel Castro Grández, una docena de extrabajadores de su empresa, Grupo de Operaciones Especiales de Seguridad (GOES), también lo hicieron, pero para para atestiguar que no aportaron en la última campaña fujimorista, a pesar de que los registros partidarios figura que sí lo hicieron.

Es decir, señalaron, en algunos casos con su anuencia o en otros no, Castro usó sus nombres como supuestos aportantes de la campaña de Keiko Fujimori en el 2016. Pero además, uno de estos informantes, convertido ya en testigo protegido, ya había relatado a la fiscalía el 10 de octubre pasado que tanto Miguel Castro y su esposa, Karem Lay Gutiérrez, le ordenaron recoger dinero en efectivo en la oficina de Jaime Yoshiyama Tanaka, en la empresa Roster, que gerencia su sobrino Jorge Yoshiyama Sasaki, también implicado en los falsos aportes, reveló La República, que tuvo acceso al acta testimonial. 

Por ello, el fiscal José Domingo Pérez decidió ampliar la investigación del caso de los falsos aportes, ya tiene cree que varios de los que acopiaron dinero mal habido para la campaña de 2011 de Keiko hicieron lo mismo para la del 2016.

El Testigo Protegido TP-2016-12-2 narró a la Fiscalía de Lavado de Activos que, al menos tres veces, fue a recoger fajos de dinero en efectivo a la empresa de Jaime Yoshiyama, a quien el exdirector de Odebrecht, Jorge Barata, según la declaración de este ante las autoridades peruanas, le entregó un millón de dólares a nombre de la constructora para la campaña de Keiko Fujimori en 2011.

"Siendo trabajador de la empresa GOES, en junio de 2016, cuando me encontraba de servicio recibí una llamada telefónica (...) por parte de la señora Karem Lay Gutiérrez, esposa de Miguel Castro Grández, quien me dio la orden de ir a su oficina (...), y al llegar me da la orden de ir a la empresa Roster, en cuya oficina laboraba Jaime Yoshiyama Tanaka (...), para recoger un encargo que me iba a dar (Yoshiyama)", comenzó su relato el testigo  TP-2016-12-2.

"(...) Llego al segundo piso (de la oficina de Roster), sale una señorita y me hace ingresar en una oficina de un solo ambiente con tres escritorios y me acerco a saludarlo y le digo que vengo de parte de la señora Karem Lay. Y en ese momento el señor me mira y pone en la mesa un paquete diciéndome: 'Son 60 mil soles, cuéntalo. Entonces procedí a responderle: 'No, señor, no se preocupe'. Empero, sí abrí un poco el sobre y observé que había billetes de 100 soles. (...) Avisé mediante una llamada de celular a la doctora Karen Lay, diciéndole: 'Doctora, ya tengo el dinero, estoy yendo para la oficina'. (...) (Luego, procedí a dirigirme a la oficina de) Karem Lay, procediendo a entregarle el paquete con el dinero".

Luego contó que en una segunda oportunidad, la misma Lay Gutiérrez, quien era la  gerente general de GOES, la empresa de su esposo, lo vuelve a llamar para lo mismo, días antes de la segunda vuelta presidencial del 2016.

"Recuerdo que a la semana siguiente, encontrándome en mi oficina de Operaciones de la empresa GOES, para que me apersonara a la oficina de la Gerencia General, lugar donde se encontraba, para ordenarme para que nuevamente me dirigiera a la oficina del señor Yoshiyama. Llegando a la empresa Roster, me dirigí a la oficina del señor jaime Yoshiyama (...), quien puso sobre una mesa un paquete diciéndome: 'Hay 120 mil soles'. Entonces, abrí el paquete y pude verificar que era dinero en billetes de 100 soles. Luego de lo cual, (...) entregué dicho dinero a la señora Karem Lay".

La tercer vez que este testigo fue a recoger dinero en efectivo de la empresa de Yoshiyama Tanaka fue a pedido del mismo congresista Castro Grández.

"A la semana siguiente, me llaman a mi oficina de Operaciones (del GOES) al celular que me asignaron, pero en esta ocasión fue el señor Miguel Castro Grández y me dice que me vaya donde el señor Jaime Yoshiyama, a la empresa Roster. (...) Refiriéndome que allí esta persona me iba a entregar un encargo, por lo que me dirigí al lugar y sucedió lo mismo. El señor Jaime Yoshiyama me dio un paquete con dinero diciéndome: 'Hay 30 mil soles, cuenta'. Pero, igual, no lo conté, solo vi que había billetes de 100 soles. Luego me retiré y fui a la oficina de la gerencia general donde encontré al congresista Miguel Castro Grández, a quien hice la entrega del dinero".

El pasado 6 de noviembre, en el programa "Beto a Saber", el mismo parlamentario Castro reveló que se había convertido en testigo de la fiscalía. Alegó que lo hacía porque en la audiencia de ese mismo día sobre el pedido de prisión preventiva para Keiko Fujimori y su cúpula, el fiscal José Domingo Pérez Gómez había revelado su identidad, lo cual no era cierto.

Lo que señaló Pérez Gómez ese día fue que un testigo protegido había revelado que el congresista Castro Grández había actuado como un reclutador de falsos aportantes. Ahora el parlamentario fujimorista pretende invalidar su testimonio ante la fiscalía, pero lo cierto es que lo declaró coincide con lo que han dicho casi una veintena de sus extrabajadores sobre la fabricación de falsos aportantes.

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