La presidenta de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, acudió el lunes al Congreso para responder ante la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, que la citó como testigo en las investigaciones contra el legislador de su bancada Héctor Becerril, acusado de infringir la Constitución por tratar de influir en la elección del titular del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) en el 2017.
Pero sorpresivamente la sesión fue reservada, es decir, sin acceso para la prensa ni asesores parlamentarios. La excandidata solo respondió por menos de media hora ante la citada subcomisión, presidida por un congresista también su bancada, César Segura.
Se lavó las manos
Además de Fujimori, en la sesión reservada participaron el investigado Becerril, los exconsejeros del CNM Baltazar Morales, Guido Aguila, y la esposa de este último. Según La República, que cita a parlamentarios presentes en la sesión, durante el interrogatorio Keiko aseguró que no ordenó ni encargó a su congresista que influya o interfiera en las elecciones internas del CNM.
Becerril por su lado insistió en que nunca se reunió con Morales ni le pidió que vote por Julio Gutiérrez en las elecciones de ese organismo, tal como reveló el portal periodístico IDL-Reporteros. Guido Aguila y su esposa también negaron la reunión y la presunta interferencia.
Pero el exconsejero Morales ratificó su versión, que sí se reunió con Becerril en la casa de Aguila y que, en efecto, este le pidió que apoye a Gutiérrez, porque era el candidato de su partido. En su testimonio, Morales dio detalles del encuentro y fue convincente, según legisladores presentes en la sesión secreta.
Morales también dijo que el reportaje de IDL-Reporteros sobre la reunión se ajusta a la verdad y solo tiene una imprecisión: el encuentro con Becerril duró solo cinco minutos, y no casi 30 minutos
Hay otra prueba contra Becerril, además del informe periodístico y el testimonio de Morales: la grabación de una sesión del CNM en la que Morales le increpó a Aguila por orquestar la reunión con el legislador fujimorista. Aguila nunca lo desmintió en esa sesión, según el audio de la misma. Por el contrario, parece aceptarlo todo.
Ahora, la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales deberá evaluar todos los elementos y presentar un informe final en el que tiene dos opciones: o recomendar una sanción contra Becerril o el archivamiento del caso. El informe será derivado a la Comisión Permanente, que lo puede aprobar o archivar. Si es ratificado, pasa al Pleno del Congreso, en última y definitiva instancia.
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