El presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció este lunes un duro ajuste fiscal en un mensaje televisado, en el que dijo que su gobierno aplicará impuestos a las exportaciones para fortalecer las arcas públicas en un momento de turbulencias financieras y también reducirá el número de ministerios para bajar el gasto público
Macri también señaló que la pobreza aumentará, debido al derrumbe del peso, la moneda local, en las últimas semanas, pero que el Ejecutivo reforzará la ayuda a los sectores pobres de la sociedad.
"Vamos a pedirles a los que tienen más capacidad de contribuir, me refiero a aquellos que exportan en la Argentina, que su aporte sea mayor", afirmó el mandatario en un mensaje grabado. "Tenemos que seguir haciendo todos los esfuerzos para equilibrar las cuentas del Estado", añadió.
Más impuestos y menos gasto
Así, los exportadores, que son los más beneficiados por la depreciación del peso, pagarán parte del costo de la crisis con una retención extra de hasta 10% por cada dólar que reciban. Además, el Gobierno reducirá sus costos operativos al eliminar 13 ministerios de un total de 23, lo que dejará un ahorro de US$9.000 millones hasta diciembre de 2019.
Macri prometió así a los mercados que el año que viene reducirá a cero el déficit, una tarea titánica si se tiene en cuenta que este año, el Estado tendrá un pasivo de 2,6% de su PBI. Las medidas intentan poner fin a la crisis financiera en Argentina, que se aceleró la semana pasada, con una subida de los tipos de interés hasta el 60% para tratar de frenar la espiral descendente del peso.
En el plano político, Macri parece haber dado un paso desesperado, al golpear a los sectores que fueron su base electoral que lo llevaron a la Casa Rosada y a los que más benefició cuando llegó al poder, en 2015. El campo, la fuente de la mayor parte de ingresos de divisas internacionales, intentó por todos los medios detener un alza de impuestos. Pero la decisión del presidente argentino de gravar las exportaciones da una idea de la dimensión de la crisis.
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