Un enorme incendio destruyó este domingo el Museo Nacional de Rio de Janeiro, uno de los más antiguos de Brasil. El fuego devoró un acervo cultural de más de 20 millones de valiosas piezas, desde momias egipcias, adquiridas por el emperador Pedro I, al fósil más antiguo de América Latina, encontrado en Brasil, conocido como Luzia, de casi 12.000 años de antigüedad.

El incidente se inició después de que el recinto cerrara las puertas al público y todavía se desconocen las causas del siniestro. "Por ahora no hay informaciones de víctimas. Se propagó (el fuego) muy rápidamente. Ahí hay mucho material inflamable", dijo a la AFP un portavoz de los Bomberos de Rio de Janeiro.

Este lunes temprano, el fuego ya era considerado controlado y los bomberos se preparaban para entrar en el local y evaluar las perdidas.

Imágenes aéreas de TV Globo mostraron el majestuoso edificio, que ocupa una extensión de más de 13.000 metros cuadrados en el norte de la capital carioca, devorado durante horas por enormes llamas. 

Fundado en 1818 y creado por el rey Juan VI, el Museo Nacional es uno de las más antiguos e importantes de Brasil, una importante institución científica. 

"Hoy es un día trágico para Brasil. Se han perdido doscientos años de trabajo, de investigación y conocimiento", afirmó el presidente Michel Temer en una nota de prensa.

 "Falta de apoyo"

El vicedirector del museo, Luiz Fernando Dias Duarte, dijo que siente "un desánimo profundo" y una "inmensa rabia". "Todo el archivo histórico, que estaba almacenado en un punto intermedio del edificio, fue totalmente destruido. Son 200 años de historia que se fueron", afirmó.

Dias Duarte acusó además a las autoridades brasileñas de "falta de atención" y dijo que nunca se contó con un "apoyo eficiente y urgente" para la adecuación del palacio, que fue residencia oficial de la familia real e imperial.

Vinculada a la Universidad Federal de Rio de Janeiro (UFRJ), la institución había sufrido recortes en la financiación.

Mientras las llamas iban consumiendo las dependencias de esta joya de la cultura brasileña ubicada cerca del estadio Maracaná, la desolación se mezclaba con la indignación de investigadores, profesores y alumnos de la universidad.

Algunos de ellos convocaron para este lunes una manifestación de protestas frente al edificio destruido.

El senador Lindenbergh Farias, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), denunció la falta de medios para el sustento del Museo y las atribuyó a los recortes de gastos ordenados por el gobierno.