De Santa Rosa de Lima, la peruana más conocida en el planeta, se ha dicho y cuestionado casi todo, teniendo como punto de partida siempre los supuestos problemas mentales que padecía al castigarse a sí misma como un modo de sacrificio religioso y poniendo en duda lo que en su día aseveró respecto a la trascendencia espiritual que aspiraba alcanzar.
"Rosa Mística", la última película del reconocido director Augusto Tamayo, pretende precisamente ir más allá de aquellos mitos que han rodeado la figura de la joven fallecida a los 31 años a inicios del siglo XVII y mostrar a la persona detrás de la santa: alguien que buscaba que sus decisiones sean respetadas en un contexto en el que las mujeres nacían ya con un destino impuesto.
Formada en Canadá y con una corta pero importante carrera que le ha permitido ser parte de exitosos proyectos en cine, teatro y televisión, Fiorella Pennano fue finalmente la elección de Tamayo para protagonizar su aventura más ambiciosa, que le tomó cerca de cuatro décadas hacer realidad. Una oportunidad que la actriz no deja de calificar como un reto y que le permitió entender al personaje más allá del halo religioso que la envuelve.
LaMula.pe conversó con Fiorella sobre Rosa, su vocación, la época en la que vivió y lo que puede esperar el público, más allá de la fe y creencias, de la cinta que se estrena este jueves a nivel nacional.
- ¿Qué mitos en torno a Rosa de Lima se desbaratan con esta película?
Algo que para mí ha cambiado a raíz de haber hecho la película, es que hay toda esta idea de que ella se castigaba, se sacrificaba, y no era así. Ella no hacía los ejercicios espirituales de aflicción del cuerpo y la búsqueda del dolor para castigarse. No era decirse 'yo he hecho algo malo, tengo que sufrir', sino que era la ruta en esa búsqueda que tenía para llegar a ese estado divino. Hay toda esta teoría que afina la percepción de que es a través del dolor que uno puede tener la mente más aguda. Ahora, no es algo que se lo haya inventado ella, en la época todos los místicos lo practicaban. Todos sabían que para llegar a un estado divino había que hacer estas cosas. Estoy segura que un montón de gente conoce hoy a personas que ayunan, que meditan, que están en búsqueda de algo espiritual muy fuerte. En aquel entonces la manera en que se buscaba era a través del del dolor. Eso para mí la humaniza, la acerca... ella lo que era es una apasionada.
Rosa vivió a inicios del virreinato. Nace en 1568 y los españoles llegan en 1532. Ahí nomás de que el proceso de evangelización sucediera en Lima. Hay que ponernos un poco en esa época y pensar cuál era el rol de la mujer, qué cosas estaban pasando aquí. Era muy común, había un muy alto porcentaje de personas que se dedicaban a la religión en esa época. La carrera espiritual era algo muy fuerte, entonces hay un montón de estos elementos que cuando los pones juntos uno dice, 'ok, entiendo'. Yo sí entiendo que una persona tenga una búsqueda espiritual, que tenga un camino propio.
- ¿Una cuestión de vocación?
- Claro. Por ejemplo, a mí cuando era muy niña, nadie me dijo que iba a ser actriz, no tuve un momento de orientación vocacional y dije creo que quiero ser actriz. Yo cuando tenía dos años vi un escenario en una asamblea y dije 'yo quiero subir'. Puedo entender que a veces las vocaciones son más fuertes que uno, es así. En ese sentido la película te permite ver el lado humano detrás de la santa.
- ¿Cómo llegas a protagonizar un proyecto que lleva cuarenta años en la cabeza de un director?
Sé que han habido muchas actrices que han estado para el papel. Ha sido un proceso largo para Augusto encontrar quién iba a hacer este personaje. Yo no tenía idea que se iba a hacer la película hasta más o menos diciembre que por ahí comencé a escuchar al respecto y una amiga me dijo que había hecho el teaser. Pero ni siquiera me dije 'pucha, qué pena que no me han llamado para un casting', nada. Al contrario, me dije qué chévere que se esté haciendo el proyecto. Y fue bien loco porque luego de tener esta conversación, pasaron unos días y me llamó Augusto para hacer una prueba donde me dijo que habían varios proyectos de drama, de comedia -porque está haciendo varias otras películas en paralelo-, y que quería conocerme. Le mandé mi reel, películas que había hecho antes y luego me dijo que quería hacer una prueba de vestuario. Me sacó el hábito y yo ¿qué? Me lo probé y mientras me miraban me decía a mí misma ¿qué estoy haciendo?
Luego me llamó y me dijo 'mira, el proyecto que voy a hacer es Rosa Mística, sobre la vida de Santa Rosa de Lima. Me hicieron la prueba de un momento muy importante en la película en el que Rosa tiene un primer acercamiento con Dios. Entonces, yo tenía que entrar, encontrarme con dios y entrar en el éxtasis que se cuenta que ella tenía. No fue fácil.
- ¿Llegaste a dudar en si seguías adelante?
- Yo no acepto proyectos de cine sin haber leído todo el guión porque pienso dos cosas antes de hacer un proyecto: cómo se está contando el mensaje, si estoy de acuerdo o no con la historia que se cuenta, y también me cuestiono si yo quiero vivir lo que se dice en el texto. Si me llaman mañana para un proyecto en el que hay una chica que es violada, es bastante probable que diga que no. Son circunstancias imaginarias pero hasta un punto uno tiene que hacer un pacto consigo mismo donde vas a hacer todo lo posible para, si bien no vivir esas circunstancias, habitarlas. Y hacerlo respecto a una violación, una muerte o algo terrible puede ser muy doloroso. Sobre todo en cine, porque en el teatro pasa una vez y no lo vas a tener que repetir hasta la siguiente función. En el cine probablemente habría que repetirse varias veces, habitarlo por un tiempo largo. Son cosas que considero antes de hacer un personaje. Pero también hubo una parte de mí que dijo yo quiero vivir ahí, quiero estar en ese contexto de hace 400 años. Yo no sabía mucho del personaje, pero cuando leí el guión dije, wow, cien por ciento sí, ¡qué tal texto!
'Rosa mística' cuenta con un reparto importante de actores y actrices entre los que figura Alberto Isola, Jorge Chiarella, Sofía Rocha, entre otros.
- Se ha hablado demasiado sobre la salud mental de Rosa y su subordinación, sin embargo, la impresión que pareciera buscar Augusto Tamayo con el film es el mostrarla como una especie de primera feminista. ¿Deberíamos juzgar a un personaje histórico desde el hoy?
Sin duda es una de las primeras feministas, pero claro, no podemos juzgar a un personaje hoy en día sin pensar cómo se vivía en esa época. En general en la vida no se puede hacer eso, no se debe juzgar sin saber cuáles son las circunstancias, así sea hoy, mañana, hace 400 años o hace mil. Somos más sensibles con los demás, tenemos más compasión y más empatía si sabemos por qué se hacen las cosas. Y eso es algo maravilloso del arte ficción en el cine, en el teatro, en la televisión. La ficción nos permite ver cuáles son las circunstancias de los personajes.
Por ejemplo, se me viene a la mente la película Monster de Charlize Theron donde hace de esta asesina. Si uno escucha la historia fuera de contexto, vas a juzgarla a un punto de no poder ver lo humano. En el cine tú ves la película y te permites entender 'ah, mira, vivía así y esto pasaba'. Eso también nos sensibiliza y podemos no juzgar tan duramente.
- ¿Estaba Rosa adelantada a su época?
- Es un personaje que estaba muy adelantado a su época por creer que ella tenía derecho sobre ella misma. Eso es lo que la hace ser una feminista, porque en esa época una mujer tenía tres opciones: o casarse o ser monja o ser prostituta. Estamos hablando de inicios del siglo XVII. Ella sabía leer y escribir, era muy inteligente, se 'cachueleaba', cocinaba, bordaba, era bastante hábil y encima era bonita. Entonces la madre estaba desesperada en casarla para poder recibir la dote y vivir en familia. Pero ella logró, a pesar que lo que decían que le pasaba era algo disparatado en ese entonces, estar sola, encontrar su lugar, su espacio de rezo, de ejercicios espirituales y meditación para lograr lo que ella quería. Para que una mujer pueda hacerlo en esa época en la que ni siquiera podían caminar solas por la calle, lograr hacerlo es ya de feminista.
- En el trailer de la película se ve parte de una escena en la que incluso varios hombres de la iglesia tratan de decidir sobre ella.
- No era que los hombres estaban decidiendo sobre ella, es que la iglesia católica también estaba viendo cómo colocarla y dónde. Su familia decía, 'ya, no te quieres casar, entonces se monja. Ok no quieres ser monja, ¿qué hago contigo? Quieres estar sola en tu ermita, pero eso no está bien'. La madre la trataba muy mal, le sacaba la mugre, pensemos en eso también. Yo hago énfasis en que hoy en día ninguna madre en su sano juicio le pone un dedo encima a sus hijos, pero antes la violencia doméstica era lo más normal del mundo y de eso hace menos de cien años.
- Cuando se habla de una película sobre Santa Rosa muchos imaginan que es una cinta digna de un canal religioso sobre esta monja con flores en la cabeza que aparece en los billetes de 200 soles...
- Pero en realidad todo eso es nuevo, ah. A ver, en principio ella no era monja. Y en esa época no utiliza el hábito de monja sino de terciaria dominica, que es una orden en donde no perteneces a la iglesia como religiosa. Puedes tener tu vida fuera del convento pero servir igual. Eso fue lo que a ella le permitieron hacer. De alguna forma el pensamiento de los dominicos es 'vive tu camino como tú lo encuentres', no hay tanta rigidez dentro de esta orden sino es un poco más amable. No usaba el hábito de monja pero a la hora de representarla, después de muerta, sí porque es lo que dicta la orden. Hoy en día los terciarios dominicos utilizan pantalón, blusa blanca, es distinto. Ahora, tampoco utilizaba las flores en la cabeza. Luego de muerta se le ponen en las pinturas y en la representación. A Catalina de Siena, una santa anterior a Rosa y más o menos su modelo a seguir, se le representa con la corona de espinas, que según su testimonio es lo que ella eligió en una visión que tuvo con Dios donde aparentemente le habría dicho que la corona de flores era para otra hoja que iba a tener. Y bueno, los billetes de 200 soles, no sé, imagino que son muy bonitos. Son pocas las personas que los pueden ver (risas)
- ¿Qué otros elementos tiene esta cinta que podría atraer al público no creyente?
- En primer lugar la época. Augusto no pretende para nada que esto sea un documento histórico. Es una visión, una interpretación, un estudio de 30 años de construcción de este guión. Augusto es una persona sumamente culta así que ha logrado hacer una versión en la que tanto la ficción y la historia estén en un buen balance. Y él maneja la dirección de arte a un nivel increíble que en la película es alucinante. Te permite ver una parte de Lima y del Perú que no está representada en el cine tan seguido. Es una oportunidad para que uno viaje en el tiempo y vea como era Lima en ese entonces. Hemos grabado en las zonas más cuidadas. Son espacios arquitectónicos que remontan la época: Barrios Altos, el Centro de Lima, el Rímac, Cocachacra. Es alucinante porque el convento de Santo Domingo, que es donde vivió Rosa de Lima, queda a dos cuadras de la que fue su casa. Y todo está ahí, tal cual.
- Bueno, creyentes o no creyentes, no se puede dejar de reconocer que es la peruana más famosa en el mundo.
- No es en vano, no es gratis que lo sea. Estamos hablando de un personaje que fue adorado en vida, que luego de su muerte tuvieron que vestir más de tres veces por la cantidad de gente que le arrancaba la ropa. Claro, tú dices, wow, imagina ese fervor, ese amor, esa adoración que hacía que necesiten tener un pedazo de ella y guardarlo con amor. Se dedicaba a los enfermos pero también lo hacía por ella, por una propia búsqueda espiritual. Simplemente por ese trabajo, su propia lucha, su propio objetivo, la gente empezó a quererla y adorarla. Yo imagino que tendría una presencia alucinante también, una fuerza interior increíble que hacía que la gente la quiera tanto.
- ¿Qué tal la experiencia de trabajar con nombres tan importantes como los que figuran en el cartel de la cinta?
El elenco es increíble, maravilloso. De hecho para mí sigue siendo un reto.Como decimos en el teatro, la función no está hecha hasta que está hecha, y una grabación es igual. El día anterior tú puedes haber hecho un trabajo de actor increíble, pero lo que te toca grabar al otro día no lo has hecho aún y puedes hacerlo mal. Es muy importante la concentración que tenga un actor en ese momento para que salga bien. Entonces casi todos los días me encontraba con un actor o actriz increíble, de una trascendencia maravillosa, y era como 'hola, ahora nos vamos a conocer tú y yo' (risas)
Están Sofía Rocha, Miguel Iza, Stefano Salvini, Valentina Nevel, Yusara Cifuentes, Bruno Odar, Alberto Ísola, Coco Chiarella, Carlos Tuccio, Hernán Romero, Joaquín de Orbegoso, Nicolás Galindo, Valeria Ruiz, Javier Delguidice y Lizeth Fernández, Germán Gonzalez, Fernando Luque.
- A nivel personal, ¿qué te queda de esta etapa encarnando a un personaje como este?
- Algo que ha cambiado en la percepción que tenía de Rosa es entender que, personalmente, cuando uno tiene un objetivo, tiene una meta que va en contra de la sociedad y de lo que está dictado por el momento, uno pensaría que hay que enfrentarlo todo, estar dispuesta a todo y luchar contra el mundo para lograr eso que uno quiere. Ella lo hizo sin enfrentarse a nadie directamente. Siguió teniendo mucha obediencia, mucha humildad y viviendo bajo las circunstancias que se le permitían, pero al mismo tiempo buscando un objetivo propio. Que le permitiesen ser eso, tener su espacio, no fue fácil en esa época. Eso es algo que no sabía. Yo pensaba simplemente que era una especie de monja. Pero era alguien que lo hacía todo de perfil bajo, no buscaba para nada popularidad, simplemente buscaba poder construir su propio camino.
