La trayectoria del hoy suspendido juez supremo César Hinostroza Pariachi siempre ha estado signada por un manto de sospecha sobre su prosperidad económica. De hecho, fue investigado por enriquecimiento ilícito dos veces, en 2011 y 2012, pero salió limpió gracias a la 'diligencia' del entonces fiscal de la Nación José Antonio Peláez Bardales, conocido por sus simpatías con el partido de la estrella.

Los expedientes completos de los dos procesos fiscales que el vocal supremo  afrontó, desconocidos hasta ahora y a los que tuvo acceso Hildebrandt en sus trece,  evidencian omisiones en las pesquisas de Peláez Bardales, aquel fiscal cercano al Apra que también libró a Alan García Pérez de una investigación por enriquecimiento ilícito.

La primera investigación contra Hinostroza se inició en la etapa final de la gestión de la fiscal Gladys Echaíz en el Ministerio Público, luego de que el periodismo de investigación reveló que el magistrado, que recién había sido nombrado como juez supremo provisional, había comprado una casa en Miami que no había declarado y que estaba valorizada en US$180.900 .

Echaíz abrió una investigación por posible enriquecimiento ilícito y dio un plazo de 120 días para realizar las pesquisas en contra de Hinistroza y ordenó una serie de diligencias, como levantamiento del secreto bancario del investigado, además de solicitar  información registral a Estados Unidos sobre la propiedad.

En mayo del 2011, asume José Antonio Peláez las riendas del Ministerio Público en reemplazo de Echaíz, justo cuando la investigación a Hinostroza estaba en curso. Fue así que 19 de asumir el cargo, el flamante fiscal de la Nación archivó la investigación contra el juez por la casa de Miami.  

"Se resuelve: no hay lugar a abrir investigación preliminar contra César José Hinostroza Pariachi en su actuación como magistrado del Poder Judicial por presunta comisión del delito contra la Administración Pública - Enriquecimiento Ilícito en agravio del Estado", decía la resolución de Peláez que, de paso, limpió al juez de cualquier otra conducta ilícita.

Y Peláez Bardales tomó la decisión de un plumazo, sin levantar el secreto bancario ni solicitar a EEUU el registro de propiedades que eventualmente tuviera el juez, tal como lo había solicitado su predecesora.

En el 2012 se le volvió a investigar a Hinostroza por un presunto desbalance en sus finanzas, porque resulta que no era una, sino dos casas las que tenía el polémico juez en la soleada Miami. Así lo reveló Hildebrandt en sus trece en ese entonces.  La presión mediática obligó a Peláez a abrir una segunda pesquisa, pero apenas dio 40 días de plazo para las diligencias, y no ordenó solicitar información a EEUU ni levantar el secreto bancario, bursátil y tributario. Es decir, una pantomima.

Y como era previsible, el caso se archivó. En su resolución, Peláez alegó que la segunda casa en Miami la compró la esposa de Hinostroza mientras estaban separados. El mismo alegato que usó el juez investigad en su defensa. El fiscal de la Nación se basó en documento titulado 'Acuerdo de separación convencional', de solo dos páginas sin sello notarial y redactado por el matrimonio. O sea, un papel sin validez legal. Peláez ni siquiera revisó el reporte migratorio de la pareja, el cual   probana que, entre el 2005 y 2008, periodo de la supuesta separación, Hinostroza y Elisa Gutiérrez Chapa viajaron juntos hasta en seis oportunidades.

El expediente perdido

Pero la buena estrella de Hinostroza Pariachi no acaba ahí. En el 2013, se le abrió una investigación por lavado de activos, en la que se incluyó a su esposa, también por el sospechoso incremento patrimonial del matrimonio, tanto en el Perú como en el extranjero.

Hinostroza salió bien librado de todas las investigaciones en el Ministerio Público. (Perú21)

Seis meses después de haberse iniciado las pesquisas, el fiscal Carlos Juárez, a cargo de la indagación, archivó el caso porque consideró que no había pruebas suficientes, según señala su resolución, reveló El Comercio este viernes.

Cinco años después, debido al escándalo por los audios que tienen al suspendido juez César Hinostroza como protagonista, la Policía pidió el expediente del caso a la Procuraduría de Lavado de Activos, ya que en sus archivos no estaba la copia que había guardado. 

La procuraduría buscó los documentos, pero estaban incompletos. Solo habían cuatro cuatro páginas: la carátula de la carpeta y la resolución de apertura de investigación. Faltaban 82 folios o páginas, confirmó la propia procuraduría al citado medio. En la fiscalía también debía haber una copia del expediente sobre Hinostroza, pero tampoco se encontró. Incluso, el fiscal que estuvo a cargo del caso dijo que no recordaba a dónde remitió el expediente.

Ahora, la buena racha de Hinostroza Pariachi parece seguir intacta, porque al ser juez supremo, para que se le investigue se necesita que lo ordene el fiscal de la Nación, o sea, el también cuestionado Pedro Chávarry, que, como se evidenció en los audios de la infamia, es "hermanito" del controvertido vocal.

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