Autoridades ecuatorianas estudian la posibilidad de crear un corredor humanitario entre el puente internacional de Rumichaca, en la frontera con Colombia, hasta el de Huaquillas, en la divisoria con Perú, para facilitar el traslado de miles de venezolanos que buscan llegar a territorio peruano.
Esa fue uno de los temas tratados este martes en la reunión del Comité de Operaciones Especiales (COE) del Municipio de Quito con autoridades del Gobierno ecuatoriano, organismos de Naciones Unidas y entidades de la cooperación internacional para coordinar acciones de atención ante el aumento del flujo de venezolanos al país.
La Cancillería ecuatoriana informó que la reunión obedeció a la declaración de emergencia que adoptó el Gobierno en las provincias de Carchi (fronteriza con Colombia), Pichincha (cuya capital es Quito) y El Oro (limítrofe con Perú), por el inusitado incremento del flujo migratorio de venezolanos.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) advirtió el viernes que, de acuerdo con datos recientes, desde inicios de este mes más de 5.000 venezolanos han entrado a diario en Ecuador.
En el encuentro se discutieron posturas sobre los ciudadanos venezolanos que desean continuar viaje hacia Perú, un 80 % de los que han ingresado a Ecuador, así como mantener la atención al 20 % restante que permanecerá en territorio ecuatoriano.
Se ha discutido, precisa la nota de prensa de la Cancillería, que se aplique un traslado directo de los venezolanos desde el puente internacional de Rumichaca hasta Huaquillas.
La posibilidad de crear este corredor humanitario se hará en coordinación con el apoyo de la OIM, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Municipio de Quito, "que cuenta con un aporte económico importante", añade el texto.
Asimismo, la Cancillería convocará a una reunión de la Mesa Nacional de Movilidad Humana para buscar soluciones a corto, medio y largo plazos para los venezolanos que decidan permanecer en territorio ecuatoriano.
Las acciones emprendidas han incluido la apertura de Centros Temporales de Tránsito (CTT, albergues) en Quito, donde han sido trasladadas decenas de familias venezolanas, sobre todo muchas que se habían apostado en un espacio abierto junto a una terminal de autobuses ubicada en el barrio Carcelén, en el norte de la ciudad.
El alojamiento de dichas familias se ha dado con un trato preferencial a grupos de mayor vulnerabilidad como niños, adolescentes, mujeres embarazadas, personas con discapacidad y de la tercera edad.
La ayuda ha consistido en la provisión de alimentos, la atención médica, la entrega de equipos de limpieza e información, así como capacitación en materia de derechos humanos a los operadores de los albergues, entre otras acciones.
información de efe y teleamazonas
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