¿Podemos todos los peruanos y peruanas donar sangre? ¿Podemos contribuir a salvar más vidas sin distinción?
En el año 2015 el Ministerio de Salud (Minsa) tuvo que aclarar a través de un comunicado que la orientación sexual no supone ningún tipo de impedimento para que los ciudadanos puedan ser donantes. Ello tras denuncias periodísticas que ponían en evidencia que en nuestro país se sigue discriminando a personas de la comunidad LGTBI por ser de un supuesto grupo de riesgo.
Según este sector, los formatos utilizados en los protocolos que señalaban a gays, lesbianas, bisexuales y trans como parte de estos 'grupos de riesgo' eran antiguos y no debían ser tomados en cuenta, pues se procedería a revisarlos y modificarlos para disponer que ningún centro de salud impida la donación si un ciudadano era reconocido como apto.
Han pasado tres años y la pregunta cae por su propio peso: ¿se sigue impidiendo a las personas LGTBI en el Perú donar sangre?
La directora teatral Carolina Silva Santisteban decidió contar su propia experiencia a través de su canal en Youtube, regresando al mismo centro de salud en que hace solo unos meses le impidieron donar solo por ser homosexual.
El caso de Carolina es solo uno más del de decenas de ciudadanos y ciudadanas que se han quedado en la recepción de alguna clínica u hospital solo por tener una orientación sexual distinta a la heterosexual. ¿Cuántas vidas se pudo salvar con su sangre?
Precisamente para hacer un llamado de atención al respecto nace la campaña Rainbow Blood #OrgullodeSalvarVidas, un movimiento de donantes voluntarios de sangre de la comunidad LGBTIQ que pretende romper el estigma.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el 2% de la población de cada país done sangre para tener una dotación mínima necesaria. Sin embargo, en el Perú la donación voluntaria apenas llega al 0.5%, según el Programa Nacional de Hemoterapia y Bancos de Sangre (Pronahebas). A pesar de este déficit, hay cientos de personas que desean donar voluntariamente, pero están impedidas de hacerlo por el solo hecho de pertenecer a la comunidad LGBTIQ, aun cuando en nuestro país no hay ley que lo prohíba.
En respuesta a esta situación, decenas de personas de la comunidad LGBTIQ que fueron rechazadas previamente como donantes, demostraron mediante exámenes médicos estar APTOS para donar sangre. El resultado final y los rostros de estos voluntarios fueron impresos en bolsas vacías de sangre acompañados de una frase que no deja a nadie indiferente: "Mi sangre pudo estar en esta bolsa y salvar una vida, pero fue rechazada". Estas bolsas fueron enviadas a políticos, líderes de opinión y diversas personalidades para concienciar respecto a una problemática que, pese a las aclaraciones estatales, no cambia.
Desde el Congreso se pronuncian
Este lunes, congresistas de distintas bancadas se sumaron a la campaña calificado el tema como de defensa a los derechos humanos.
Solo bastaron unas horas para que el Ministerio de Salud, al igual que en 2015, emitiera un nuevo comunicado aclarando que el 22 de marzo se aprobó un documento que no incluía ya la orientación sexual de las personas como un factor para considerarlas dentro de un grupo de riesgo que impida la donación.
¿Por qué hay entonces establecimientos de salud que, tal y como se comprueba en el video de Carolina Silva Santisteban, mantienen estas prohibiciones en sus ventanillas? ¿Por qué hay personal del sector salud que insisten en ello? ¿Dónde está el error?
Mientras lo descubren y enmiendan, la campaña sigue en marcha.
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