El Ejecutivo, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, dio por terminadas las funciones diplomáticas del embajador en Israel, Fortunato Quesada. Esto, luego de que salieran a la luz las denuncias de dos trabajadores sobre abusos laborales. 

Según la resolución suprema 130-2018-RE, publicada en "El Peruano", se establece que la fecha de término de funciones será fijada mediante resolución ministerial. De esta manera, el dispositivo cancela las cartas credenciales y los plenos poderes correspondientes al funcionario.

Jesús Alvarado, cocinero de la embajada, y Romina Teves, otra empleada de la residencia, grabaron las conversaciones con el embajador en las que se le escucha dirigirse de manera autoritaria y soez ante sus subordinados.

Entre los comentarios difundidos en el reportaje, se le escucha exigir a Teves que no proteste ante abusos en las calles de Tel Aviv: "Tú tienes que aprender a ir sola y si te meten la mano al culo, disfruta. ¡No seas cojuda! A los 40 años la mujer funciona como una máquina".

Ambos trabajadores dijeron que la decisión de grabar al diplomático se debe a que "sentían demasiado abuso y demasiada humillación" por parte de Quesada, a tal punto que dejaron la residencia diplomática antes de la emisión del reportaje por "temor a represalias".

Denunciaron también que el embajador les obligó a hacer tareas distintas a las de su cometido, sin remuneración sobre las horas extra y que les requería que parte de su sueldo lo invirtieran en comprar un teléfono móvil.

Quesada Seminario venía desempeñándose como embajador extraordinario y plenipotenciario del Perú en Israel desde el 16 de marzo de este año. Sin embargo, el pasado 17 de junio, el canciller Néstor Popolizio dispuso una investigación y se ordenó su regreso al Perú, tras la acusación de malos tratos y de disponer de los sueldos de los trabajadores de esa sede diplomática, según reveló un reportaje de   "Panorama".

El Ejecutivo decidió dar término a sus funciones tras una indagación preliminar, informaron fuentes consultadas por El Comercio, que adelantaron el inicio de un proceso disciplinario en contra de Quesada, el mismo que, dependiendo de la gravedad de los hechos, podría concluir en una suspensión o su destitución del servicio diplomático.

Respecto a este caso, la Cancillería expresó, mediante un comunicado, su política de “tolerancia cero” frente a los abusos de autoridad que pudieran sufrir el personal que labora en las dependencias ministeriales en el Perú y el extranjero.

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