En medio de una semana clave, en la que se debatirá su desafuero del Congreso, el legislador no agrupado Kenji Fujimori denunció este lunes que su despacho, que se ubica en el edificio Juan Santos Atahualpa, fue "lacrado", y agregó que la Policía Nacional pudo verificar más temprano que la puerta de su oficina estaba abierta.
Fuentes cercanas al congresista señalaron que el personal que trabaja en el despacho encontró todo en orden, pero existe el temor de que algún aparato electrónico haya sido sembrado. Por ello pedirán el registro de las cámaras de seguridad del edificio, aunque la cámara del pasillo no enfoca el ingreso a la oficina del parlamentario no agrupado.
Además, la Policía Nacional constató, tras retirar la cintas que puso el personal de seguridad del Congreso, que los pestillos interiores de la puerta de la oficina de Kenji no estaban puestos.
Al respecto, el congresista dijo que "es imposible" que él o el personal de confianza de su despacho hayan dejado la puerta abierta, más aún después de las "muestras de espionaje a toda persona que es incómoda a Fuerza Popular".
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