Hace años que no está en televisión y solo se conoce su opinión por lo que escribe en sus columnas del semanario que dirige. Como él mismo reconoce, pocas veces acepta entrevistas en algún programa televisivo. "Por eso estoy aquí", le dice César Hildebrandt a Mávila Huertas, cuando ella se jacta de no ser una periodista que lee publicidad. El último viernes, el reconocido periodista fue entrevistado en Canal N a propósito de la publicación de la cuarta edición de su libro "Cambio de palabras".

La entrevista sirvió también para que Hildebrandt compara su opinión sobre la coyuntura, a manera de actualización de su libro.

"Hay entrevistados que merecen la crueldad siempre, los mentirosos crónicos, los políticos profesionales, aquellos que hacen de la abstención una religión, merecen la crueldad en nombre de la opinión pública, pero la mayoría de la gente merece un diálogo civilizado", dijo el periodista sobre la crítica que le suelen hacer, por haber sido duro con alguno de sus interlocutores.

En esta línea, insiste en una crítica hacia la clase política tradicional:

"Lo peor de los políticos es cuando son incondicionales a un jefe, a un líder, a un caudillo, a una idea fija, los que creen que evolucionar es imposible porque hay una suerte de anclaje permanente, pétreo en una posición, eso hace mucho daño y los periodistas estamos para ser los aguafiestas, venir y decir humildemente que usted debería irse un poco fuera del escenario para tener un poco de mundo".

Ante el optimismo de Huertas, que dijo creer que las empresas son necesarias para que los medios de comunicación funcionen y sean rentables, el periodista afirmó:

"El periodismo es una misión y lo que están haciendo, en Estados Unidos, los periodistas es rebelarse y les están diciendo a los patrones, a los dueños, es decirles '¡Basta tenemos que volver a nuestras raíces, nuestro deber es informar!', que dejen de presionar. Los gerentes comerciales se han convertido en gerentes de noticias, hay un peso enorme de la publicidad, tanto así que los periodistas dicen publicidad, parlotean publicidad, chamullan publicidad".

Dicen que el público ahora es más lúcido, pero Hildebrandt claró:

"Es un público mucho más despierto pero recibe una cantidad brutal de información, que su lucidez no alcanza. Recibe en redes sociales una cantidad enorme de basura informativa, veneno, desdén, racismo, homofobia, ¿más lúcido en qué sentido? Eso es una construcción cultural, te haces lucido de lo que comes, y si comes redes sociales llenas de troles, de fake news, vas a ser lo que comes, vas a ser una bolsa de desinformación capaz de decir cualquier cosa".

Sobre la salida de Pedro Pablo Kuczynski y lo que va de la gestión de Martín Vizcarra, opinó:

"La historia será muy severa con él. [PPK] Hizo todo para que las cosas salieran como salieron, merece el destino que tuvo, largamente hizo todo mal, casi todo mal. Lo primero que hizo mal es no cumplir el mandato que le dieron, que no pacte con el fujimorismo y fue lo primero que hizo, con un pacto de esa naturaleza lo que le esperaba era una un gobierno breve e inútil".  
"Es una situación difícil porque Vizcarra se siente como un forastero, improvisado. A él lo ha llevado el azar al poder, no las elecciones, nadie lo eligió. Es un provinciano muy bien intencionado con un equipo más o menos rudo y adiestrado, pero vive al final del oxígeno que le de el Congreso, donde la hegemonía es de un partido que si quisiera se adelantaran las elecciones".
"La situación difícil económica nos deja ver las fisuras en aquello que parecía un bonito edificio de economía emergente, pero resulta que tenemos unas grietas que dan miedo. Le deseo lo mejor y le recomiendo mucha prudencia y un poco de excepticismo en sus alianzas. Que no termine como PPK, cuya entrega absoluta al fujimorismo solo sirvió para que le den una patada en el trasero".
"Es un gobierno frágil, delicado lleno de puertas cerradas y de pasadizos oscuros. Ojalá lo haga bien, que lo provinciano, lo ingenuo, lo nativo en el mejor sentido de la palabra, prevalezca".

¿Hubo pacto para que Vizcarra llegue al poder?

"Sí lo hubo, lo van a negar siempre, pero yo sí sospecho. Los indicios son clarísimos, además el papel de Villanueva ahora es de un tornillo clavado en el fujimorismo, lo que expresa que no es una relación de pares, es una relación de subordinación clarísima. Para decirlo de una vez, Villanueva es un fujimorista in péctore, que solo le falta firmar la tarjeta naranja, pero no es malo necesariamente, quizá sea un elemento importante, Vizcarra necesita un operador de esa índole.

Los últimos resultados de las encuestas de preferencia electoral son una buena señal para Hildebrandt, quien considera poco probable que Keiko gane ahora las elecciones.

"Pero los demás están en las mismas, los porcentajes de las encuestas dan un claro escenario de todos en arapos, en taparrabos. Pero siempre es una buena noticia que el fujimorismo no sea brutalmente primero en estos momentos, estoy encantado".

Hildebrandt comentó el contenido de su libro "Cambio de palabras", título que agradeció al escritor Mirko Lauer. Señaló que los años han pasado, pero la situación política parece similar. 

"El tiempo en el Perú sigue siendo circular no es lineal y efectivamente hay un aire de letanía de repetición, de redundancia. Es un país TOC con el trauma obsesivo compulsivo".


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