El príncipe Harry de Inglaterra y la actriz estadounidense Meghan Markle fueron declarados este sábado marido y mujer por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en un casamiento en la iglesia San Jorge de Windsor que le ha dado aires frescos a la realiza británica, a tono con los nuevos tiempos.

En un contexto de incertidumbre para un país golpeado económica y políticamente por el Brexit, la boda en Windsor, seguida en televisión por una audiencia global de millones de personas, ha retratado un Reino Unido multicultural y una monarquía más inclusiva.

Así, la boda de Harry —de 33 años, sexto en el orden de sucesión, y el menor de los hijos del heredero al trono y la fallecida Diana de Gales— con la popular actriz de 36 años corona una proceso de modernización de la Casa Real británica para el cual los nietos de la reina Isabel II han sido claves. Se conocieron en una cita a ciegas en el 2016, y desde entonces empezaron una relación en secreto hasta que en el 2017 se dejaron ver en público juntos. El colofón de esta historia de amor fue un casamiento rompedor.

Tras darse el 'sí', los recién casados se dieron un baño de multitudes: recorrieron en una carroza descubierta la ciudad de Windsor, donde los esperaban miles de personas que vieron la ceremonia en pantallas gigantes instaladas en las afueras de la capilla del siglo XV,  símbolo de la liturgia de la casa real británica.

Los británicos se volcaron a la celebración en windsor. (efe)

Las multitudes saludaron a los recién casados. (AP)

Harry, otrora príncipe rebelde ahora convertido en uno de los 'royals' más queridos por los británicos, fue ovacionado por la multitud en las calles de Windsor. Y no menos aplausos arrancó la madre de la novia, Doria Ragland, de 61 años, mujer afroamericana, descendiente de esclavos, instructora de yoga y trabajadora social.

 Doria Ragland, madre de Meghan; el príncipe Carlos, duque de Gales, y Camila, duquesa de Cornualles. (AFP)

Su imagen, repetida una y otra vez en las pantallas gigantes, sentada en su banco y secándose las lágrimas de emoción, frente a la reina Isabel, ha conmovido a los británicos.

Harry, el otrora príncipe rebelde, y la bella actriz, se dan el sí. (Gtres)

En la capilla, Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia anglicana, fue quien dirigió el matrimonio de los duques de Sussex ante la reina Isabel II, la familia real y varias celebridades, como Elton John o George Clooney. La ceremonia tuvo toques del mestizaje que encarna muy bien la pareja, como el sentido sermón del obispo estadounidense Michael Curry, o la versión de la canción "Stand By Me" que hizo un coro de gospel.