El caso Odebrecht ha puesto en evidencia la podredumbre de casi toda la clase dirigente del país, al punto de convertir los arbitrajes —que nacieron para combatir la corrupción judicial— en una parte clave de su esquema de corrupción para ganar obras públicas en el Perú.
Así lo reveló un colaborador eficaz al Ministerio Público, en cuyo testimonio detalló el modus operandi de esta trama. "El arbitraje fue el ropaje legal para robar al Estado el monto que quieras", dijo en su declaración ante fiscales del equipo especial Lava Jato, informó La República este viernes.
En total son 19 árbitros a quienes la fiscalía les amplió la investigación preliminar, tras las declaraciones del colaborador eficaz 14-2017, que también involucran a los funcionarios que debían proteger los intereses del Estado: se trata de Jaime Vales Carrillo, exprocurador del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y de Celso Gamarra Roig, quien estuvo a cargo de la Dirección General de Concesiones del MTC entre el 2011 y 2014.
Fueron 14 procesos arbitrales que Odebrecht presentó contra el MTC, por más de S/ 240 millones, en los que los investigados interpusieron sus 'buenos oficios' a favor de la constructora brasileña. Según la fiscalía, los árbitros "habrían aceptado y recibido donativo (dinero) con la finalidad de no solo influir, sino además de decidir con fallos favorables a los consorcios y concesionarios con Odebrecht, que conocieron en diversas controversias arbitrales".
¿Cómo funcionaba el esquema de la corrupción arbitral? Se pagaba coimas en tres niveles: a los árbitros para que emitan un laudo a favor de Odebrecht; al procurador para que no impugne el fallo; y al director de concesiones para ejecute el laudo de inmediato, según el colaborador eficaz, quien contó detalles de las negociaciones y entregó a los fiscales diversas pruebas para corroborar su testimonio.
Y como ya se había revelado, la punta de lanza de Odebrecht en este esquema era el abogado Horacio Cánepa. Odebrecht le prometió el 1% del monto total de los 14 arbitrajes que interpuso ante la Cámara de Comercio de Lima, más sus honorarios. El desembolso se realizaría una vez que el MTC pague.
"No es mucho esfuerzo el que tienes que hacer, las demandas están amparadas en las adendas a los contratos y si algún árbitro no quiere fallar a favor me avisas para darle un incentivo", le habría dicho Ronny Loor Campoverde, un exejecutivo de Odebrecht, a Cánepa, según el testimonio del colaborador.
La única condición que exigía Odebrecht para cumplir era que Cánepa abra una cuenta en la Banca Privada de Andorra. Para ello le presentó a Francisco Xavier Pérez, quien se encargó de los trámites de apertura. Por los 14 arbitrajes, Cánepa recibió un 1.4 millones de dólares.
"El colaborador relató que en una oportunidad, en abril del 2013, uno de los laudos se resolvió por mayoría. Entonces, Loor llamó a Cánepa y le dijo que se esforzara más, pues los laudos debían salir por unanimidad [...] Cánepa volvió a cumplir -dijo el colaborador-, buscó al árbitro que dio el voto discordante, Randol Campos, y lo convenció de resolver a favor de Odebrecht", reseña La República.
¿Cómo lo hizo? Siempre de acuerdo a la versión del colaborador, el ejecutivo de Odebrecht le entregó en tres oportunidades 20 mil dólares a Cánepa, para que se los diera a Campos como 'incentivo' y este resuelva a favor de Odebrecht en tres expedientes. Lo mismo hizo Cánepa con otros dos árbitros para otro caso: Luis Pebe Romero (US$ 30 mil) y Luis Pardo Narváez (US$ 20 mil).
"Después del primer pago, Randol Campos conoció a Loor Campovere, con quien empezó a tener relaciones directas y fue el nexo para contactar al procurador Jaime Vales, con el fin de que le paguen US$ 20 mil para que no impugne los laudos", declaró el testigo clave, quien entregó todos los detalles de estos pagos a la fiscalía.
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