El vocero alterno de Peruanos por el Kambio (PPK), Juan Sheput, sostuvo este miércoles que hay consenso entre las bancadas para que Fuerza Popular deje la presidencia del Congreso en julio próximo, cuando se elija a la Mesa Directiva para el periodo legislativo 2018-2019.

"Hoy existe un consenso entre todas las fuerzas políticas, empezando por APP y el Apra, de no volver a acompañar a Fuerza Popular y presentar una lista a la Presidencia del Congreso alterna. Creo que eso sería lo mejor", dijo en RPP.

En el Apra y Alianza Para el Progreso (APP) —dos grupos políticos que hoy forman parte de la Mesa Directiva— alegan que, tras dos años bajo control del fujimorismo, se necesita un cambio en el Congreso, cuyo descrédito y desconfianza tocó fondo en este tiempo, debido a los escándalos de corrupción y a la prepotencia con que el partido de Keiko Fujimori, Fuerza Popular, hizo uso de su mayoría parlamentaria.

En ese contexto, Sheput dijo que si Fuerza Popular no quiere dar por sí misma el paso al costado, por lo menos tendrá una fuerte competencia en julio, cuando se tenga que renovar a los integrantes de la Mesa Directiva del Congreso.

"La Mesa Directiva es un bastión administrativo para Fuerza Popular, pero políticamente, aparte de lo que hicieron para la salida de Pedro Pablo Kuczynski (de la Presidencia), no han hecho nada en lo que se refiere a reformas importantes, a pesar de tener la hegemonía en términos de votos".

El parlamentario sostuvo que si Fuerza Popular deja la Mesa Directiva, el Congreso recuperaría la institucionalidad y mejoraría en algo sus índices de aprobación, ya que las comisiones, manejadas "con criterio sectario" por el fujimorismo, podrían abordar una agenda parlamentaria mucho más objetiva e imparcial.

"Hay proyectos de ley que, lamentablemente, no se agendan. Se aguantan los proyectos de ley y eso no genera una dinámica favorable al Ejecutivo. Entonces yo creo que eso tiene que cambiar", refirió Sheput.

De hecho, ya los impulsos autoritarios del fujimorismo en el Congreso empiezan a pasar factura a las pretensiones electorales de la misma Keiko Fujimori de cara al 2021. Incluso, la última encuesta de GfK confirma el desplome de su aprobación. 

Los 'naranjas' muestran los dientes

Pero en Fuerza Popular no parecen dispuestos a ceder. Su vocera alterna, Milagros Salazar, afirmó que en APP y el Apra no están respetando un acuerdo y que ahora responden  a sus propios intereses y no respetan la proporcionalidad de las urnas. "Si quieren tener la mesa, que trabajen para que en 2021 tengan mayor aceptación de la población", refirió.

Sin embargo, más allá de los acuerdos y la proporcionalidad que alega Salazar, la resistencia del fujimorismo a ceder el control del Parlamento tiene que ver con las facultades y beneficios que perdería Fuerza Popular, como por ejemplo, el manejo directo de la planilla de las distintas áreas del organigrama legislativo.

Según un informe que publica El Comercio, que revisó la planilla del Congreso en el portal de transparencia legislativa, de las 13 principales oficinas que existen en este poder del Estado, seis tienen como jefes a militantes de Fuerza Popular

"Algunos de ellos tienen altos cargos partidarios: Wilfredo Ponce de León (jefe de la Oficina de Asesoría Jurídica) es miembro del Comité Ejecutivo Nacional de FP; Luis Mejía Lecca (jefe de la Oficina de Defensa de las Leyes) es tesorero y personero legal alterno; y Leny Palma Encalada (jefa de la Oficina de Participación, Proyección y Enlace con el Ciudadano), es vicepresidenta del Tribunal Electoral del partido", reseña el decano.

Y así, hay otras áreas claves del Congreso con conocidos fujimoristas a la cabeza.  La Dirección General Parlamentaria tiene a Juan Alberto Rengifo, miembro del CEN de Fuerza Popular; los excongresistas Martha Chávez y Pedro Spadaro trabajan en el Módulo de Apoyo Parlamentario, y Juan José Díaz Dios es el actual jefe del Área de Participación, Atención y Educación Ciudadana.

En el terreno político, dejar la presidencia Congreso significa perder el control de la agenda del Pleno. Y si Fuerza Popular es excluida por completo de la nueva Mesa Directiva, ya no podría tramitar los proyectos de ley. También perdería en agosto próximo dos presidencias de comisión, por la renuncia de 14 de los miembros de su bancada.

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