Solo van nueve días de sus 12 años de condena, pero espera que la justicia lo termine favoreciendo. Luiz Inácio Lula da Silva dijo estar tranquilo en la celda en la que ha sido recluido tras ser sentenciado por corrupción.

En un mensaje enviado a sus fieles seguidores, el expresidente de Brasil insistió en que es un perseguido político y dijo estar indignado por una "condena sin pruebas".

"Continúo confiando en la Justicia y por eso estoy tranquilo, pero indignado como todo inocente se indigna cuando sufre una injusticia", dijo en un comunicado transmitido a través del Partido de los Trabajadores (PT).

Agradeció los mensajes y las canciones que los militantes le dedican en una acampada cerca a su cárcel, próxima a la sede de la Policía Federal de Curitiba. 

"Estoy muy agradecido por la existencia y la presencia de ustedes en este acto de solidaridad. Estoy seguro que no está lejos el día en que la justicia valdrá la pena, la hora en que será definido que quien cometió crimen sea castigado y quien no lo cometió sea absuelto", señaló el socialista.

Lula desafió a las autoridades a que demuestren su culpabilidad. Según la justicia brasileña, él fue beneficiado por la constructora OAS con un lujoso departamento, a modo de pago por las licitaciones a favor de esta empresa. Sin embargo, no se mostraron pruebas de que el expresidente brasileño la ocupó, ni ningún documento de que sea propietario.

Da Silva lidera todos los sondeos de intención de voto para las elecciones presidenciales, que se llevarán a cabo en octubre próximo.


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