Jorge Mario Bergoglio, conocido como Papa Francisco, reconoció sus "graves equivocaciones de valoración" sobre el caso de presunto encubrimiento de abusos sexuales del que está acusado el obispo chileno Juan Barros luego de defenderlo apasionadamente durante su visita al país sureño en enero. Hoy dice que su caso le ha hecho sentir "dolor y vergüenza". 

"En lo que me toca, reconozco y así quiero que lo transmitan fielmente, que he incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada", señala en una carta a los obispos chilenos, a los que convocó para analizar la situación.

Francisco, que en enero defendió a Juan Barros, envió una misiva a los obispos chilenos después de recibir el informe del arzobispo maltés Charles J. Scicluna, que viajó a Chile para atender a los testimonios de las presuntas víctimas de los abusos.

"Ahora, tras una lectura pausada de las actas de dicha 'misión especial', creo poder afirmar que todos los testimonios recogidos en ellas hablan en modo descarnado, sin aditivos ni edulcorantes, de muchas vidas crucificadas y les confieso que ello me causa dolor y vergüenza".

Por ello, con el informe que recoge 64 testimonios recogidos tanto en Santiago de Chile como en Nueva York, el papa pidió "la colaboración y asistencia" del clero chileno "en el discernimiento de las medidas que a corto, medio y largo plazo deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial" en el país.

Para ello avanzó su intención de convocar al clero chileno a Roma "para dialogar sobre las conclusiones de la mencionada visita" y sobre las suyas propias.

"He pensado en dicho encuentro como en un momento fraternal, sin prejuicios ni ideas preconcebidas, con el solo objetivo de hacer resplandecer la verdad en nuestras vidas".

Juan Barros Madrid, nombrado obispo en marzo de 2015 por el mismo Francisco, fue acusado en Chile de encubrir los casos de abusos sexuales cometidos presuntamente por Fernando Karadima cuando éste era párroco de la iglesia de El Bosque, en la capital, Santiago.

Bergoglio calificó en enero las acusaciones contra el obispo de "calumnias" pues, indicó, no existe "una sola prueba en su contra". 


En la carta, el Papa pide "perdón" a todos aquellos a quienes ofendió y expresó su deseo de poder hacerlo "personalmente" en las próximas semanas, en una serie de reuniones que mantendrá con representantes de las personas entrevistadas por Scicluna. 

información de efe y t13


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