Durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK), los gremios empresariales se mostraron satisfechos. Tenían tanta seguridad que la Asociación de Exportadores (Adex) fue capaz de pedir que el régimen agrario, que lleva dieciocho años recortando los derechos laborales en el sector, se amplíe hasta el 2050. Si bien este pedido no pudo ser atendido, fue muestra de la confianza que tenían los empresarios de que sus intereses su superpongan a los de los trabajadores.
Ahora, con el inicio del gobierno de Martín Vizcarra, algunos analistas políticos advierten que la relación entre el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (Mintra) y los gremios empresariales podría ser diferente con este Gabinete Villanueva. ¿La razón? Que el abogado Christian Sánchez haya sido nombrado como titular del Mintra.
El antecedente es la salida de Sánchez de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) en el 2014, luego de que firmara un pronunciamiento en contra de los pedidos empresariales de flexibilizar, aún más, la legislación laboral en el Perú.
En ese comunicado, se rechazaba también el argumento de que subir el salario mínimo iba a aumentar la informalidad (idea recientemente usada por un exconductor de Canal N).
Como recuerda el periodista Moisés Navarro, el pedido de renuncia a Sánchez fue por presiones empresariales.
Según Ricardo Uceda, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) se habría mostrado incómoda y se lo hicieron saber al entonces superintendente Gorki Gonzáles, quien luego le pidió a Sánchez que renuncie.
Cuatro años después, Sánchez es ministro de Trabajo y, se entiende entonces, que algunos hayan pegado el grito al cielo. Uno de los primeros fue Jaime de Althaus, precisamente quien hace poco justificó los despidos arbitrarios y el trabajo informal atribuyéndolos al aumento de la remuneración mínima vital.
Repitiendo el discurso alarmista de cierto sector de la derecha peruana, el exconductor de Canal N tuiteó lo siguiente:
A propósito de este comentario, la abogada Rosa María Palacios reconoció que Sánchez conoce el sector y señaló, de manera irónica, que la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) "iba a empezar a llorar" porque el nuevo ministro era "más rojo que un rocoto".
Otros se preguntan cómo será la relación entre Sánchez y otros ministros como el de la Producción.
Mientras unos lloran o reniegan con esta designación, otros la saludan y muestran su esperanza, como la organización "Trabajo Digno", que saludó este nombramiento y resaltó la "rigurosidad y sencillez" del nuevo ministro, "condiciones valoradas por los trabajadores, que encontraron durante su gestión un despacho abierto y sensible a sus demandas". "Desde acá le deseamos una excelente gestión", expresaron en su página de Facebook, donde compartieron unas entrevistas que le hicieron a fines del 2016.
Sánches Reyes es egresado de la PUCP y cuenta con máster en Argumentación Jurídica y profesor universitario de derecho laboral en su alma máter. En un país en el que los derechos laborales no suelen ser respetados, un defensor de estos es considerado como un "anti-sistema", un "izquierdista" o un "rojo".