Sigue el debate por la cuestionada compra del grupo Intercorp del 100% de las acciones de Quicorp SA (Química Suiza), con lo cual se ha constituido, en la práctica, un cuasimonopolio, al absorber Inkafarma a sus mayores competidoras Mifarma, BTL y Fasa, y concentrará el 90% del mercado de cadenas farmacéuticas.
Aunque voceros Intercorp hayan salido a tratar de atemperar la situación, al señalar que tienen una política de bajos precios y que estos no subirán, lo cierto es que el riesgo de un alza es inminente como consecuencia de la concentración de las cadenas de distribución de medicamentos, negocio vinculado directamente a la satisfacción de una necesidad básica de la gente.
De hecho, hay un dato que dimensiona la magnitud del problema: según la Encuesta Nacional de Hogares del 2014, el 85% de peruanos que adquiere medicinas lo hacen en farmacias y boticas, incluidas las independientes.
Por ello, el ministro de Salud, Abel Salinas, admitió que urge que Indecopi tenga mayores facultades para controlar un abuso de posición de dominio en este sector.
"Debemos caminar hacia una organización reguladora de medicamentos muy potente, capaz de regular este mercado. También un mecanismo potente que compre medicamentos genéricos de calidad para el ciudadano".
Empleos en riesgo
Germán Alarco, economista de la Universidad del Pacífico, alertó que el impacto de la concentración también afectará al sector laboral, al señalar, —en La República—, que la fusión de cadenas provocaría que entre 2.000 y 3.000 empleos se pierdan en este sector.
"Las cadenas (de farmacias) han estado compartiendo espacios uno al lado del otro. Percibo que por lo menos habrá redundancia y fácil podrían desaparecer 500 establecimientos, lo que significaría la pérdida aproximada de 2.500 empleos".
Alarco también desvirtuó uno de los argumentos de Intercorp, que señala que con la compra de Mifarma, BTL y Fasa, solo tendrán el 18% de las más de 11 mil farmacias que hay en el mercado local.
"No es un tema del número de establecimientos, estas grandes cadenas tienen el 60% de las operaciones. Podrán ser menor en número pero tienen la mayor parte de venta de medicamentos".
El economista explicó que en estas circunstancias de posición de dominio, las farmacias independientes y pequeñas boticas tienen menor cobertura y posibilidades de vender.
Los laboratorios
En la operación que se cerró la semana pasada, Intercorp también compró los laboratorios Química Suiza, lo que podría perjudicar a los productores nacionales de medicinas, sostuvo Alarco
"Se cambian las estructuras de poder. El poder de las cadenas será mayor al de los laboratorios. Es un monopolio en el que se va ejercer un poder hacia los laboratorios nacionales que no sean parte de las grandes cadenas internacionales".
El economista Jorge Chávez coincide con el análisis que hizo Alarco de la situación, en la que no solo pierden los consumidores, al disminuir su poder de elección entre competidores y verse obligados a pagar los precios que fije el comercializador preponderante del mercado, en este caso Intercorp (Inkafarma).
"Pierden los laboratorios, al disminuir su capacidad negociadora frente al comprador dominante. Pierden los técnicos farmacéuticos al disminuir la oferta de empleos para ellos, ante la fusión de las cadenas de farmacias", refirió en La República.
"El perjuicio para los consumidores es inmenso, por cuanto ya venían siendo afectados por la elevada concentración vertical por parte de las empresas de seguros. El Perú es uno de los pocos países en donde las aseguradoras son dueñas de clínicas y de las farmacias que operan dentro de ellas, lo que les da un elevado poder para fijar los precios de los medicamentos".
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