¿Misoginia y pedido de ocultamiento? El papa Francisco afirmó, este domingo durante una misa en las Nazarenas, que existen "monjas chismosas" que son "peores que los terroristas de Ayacucho".
"¿Saben lo qué es la monja chismosa? Es terrorista, peor que los de Ayacucho hace años. El chisme es como una bomba: va como el demonio, tira la bomba, destruye y se va tranquilo. Monjas terroristas no, sin chisme, ya saben el mejor remedio para no chismear es morderse la lengua", afirmó.
Bergoglio dio este discurso ante más de 500 monjas de clausura en su primera actividad en su último día en Perú. El líder de la Iglesia Católica comenzó su homilía con una broma a la situación de estas mujeres religiosas: "Al verlas a ustedes aquí, me viene un mal pensamiento: Que aprovecharon la visita para salir del convento y darse un paseíto".
También les dijo que sean "sin-verguenza", que "no tengan vergüenza de que con la oración acerquen al señor a la miseria de los hombres". Además, calificó a algunas monjas de "encogidas", que "han perdido la fecundidad, que no son madres" y "se quejan de todo".
En muchos casos de denuncia de abusos sexuales presuntamente cometidos por sacerdotes de la Iglesia Católica, las monjas han tenido un rol determinante al ser testigos de estos delitos. En Estados Unidos, la monja Catherine Cesnik denunció en 1970 una serie de abusos cometidos por una red de sacerdotes, policías y empresarios de Baltimore.
Hace unos meses, en Argentina, una monja fue detenida, acusada de seleccionar a niños sordos para que los sacerdotes abusen de ella. La religiosa Kosaka Kumiko trabajaba en un instituto para sordomudos. Según el testimonio de una víctima, ella fue violada cuando tenía cinco años y la monja le puso pañales para detener la hemorragia provocada por ese abuso.
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