Marcelo Odebrecht, condenado a 31 años de prisión en el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, conocido como Lava Jato, dejó este martes la prisión en que estuvo recluido dos años y medio tras beneficiarse de una medida que le permite seguir purgando la pena en su casa.
Quien fuera el principal directivo de la mayor constructora de Brasil, salió de la cárcel de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, confirmaron a Efe fuentes del organismo.
Resguardado por agentes de la Policía Federal, el ex CEO de la constructora fue llevado primero un foro judicial en Curitiba para una sesión con un juez federal donde fue informado de las condiciones en que tendrá que cumplir el régimen de arresto domiciliario en su mansión en Sao Paulo, donde está previsto que viaje este mismo martes en un avión particular.
En la referida diligencia se le pondrá a Marcelo Odebrecht una tobillera electrónica para que las autoridades judiciales puedan fiscalizar sus movimientos y vigilar que no salga de su residencia.
El dispositivo controlará los pasos del expoderoso empresario durante los próximos siete años y medio según un acuerdo que obtuvo con la Fiscalía a cambio de ayudar en diferentes investigaciones sobre las corruptelas cometidas por la constructora, entre ellas las que se cometieron en el Perú.
El acuerdo de colaboración con la Justicia también obligó al heredero de uno de los mayores conglomerados empresariales de Brasil a pagar una multa de 73,3 millones de reales (unos 22,2 millones de dólares).
Además de ser una de las principales implicadas en el gigantesco escándalo de corrupción por los desvíos en la petrolera estatal Petrobras, Odebrecht es investigada por los sobornos que pagó a dirigentes públicos en decenas de países para adjudicarse contratos.
El acuerdo judicial prevé que el ejecutivo permanezca recluido en su mansión por los dos próximos dos años y medio, al final de los cuales tendrá derecho a pasar al régimen de prisión semiabierta, con lo que podrá salir de día para trabajar pero tendrá que dormir todas las noches en casa. Al final de este período, tendrá que cumplir otros dos años y medio de prisión en régimen abierto, para un total de 10 años.
Odebrecht ha sido condenado hasta ahora en dos de siete procesos a penas sumadas de 31 años y 6 meses de prisión por los delitos de corrupción, lavado de dinero y asociación para delinquir.
Las penas fueron reducidas a 10 años tras el acuerdo que la Fiscalía firmó con 76 ejecutivos y exejecutivos de Odebrecht para que revelaran todas las corruptelas cometidas por la empresa en Brasil y otros países.
Solo en Brasil, la divulgación de los testimonios de los exdirectivos hizo que la Corte Suprema autorizara la apertura de 76 investigaciones contra casi cien políticos aforados citados en las delaciones, entre ellos varios ministros del Gobierno del presidente Michel Temer.
En el régimen de casa por cárcel el empresario solo podrá recibir las visitas de sus familiares, abogados y otras 15 personas incluidas en una lista que sus abogados entregaron hoy al juez de ejecución penal. Igualmente tendrá derecho a abandonar su casa en dos oportunidades, con fechas aún por determinar pero que al parecer fueron solicitadas para permitirle acudir a la graduación de la universidad de sus hijas.
De acuerdo con la Fiscalía, en caso de que no cumpla las reglas del régimen de prisión domiciliaria o se descubra que omitió informaciones en su confesión, el empresario tendrá que volver a cumplir su pena en régimen cerrado.
[Texto: Efe / Foto de cabecera: O'Globo]
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