Efecto colateral. En 15 días, cuando entre en vigor los cambios que este fin de semana realizó el Ejecutivo, al eliminar el actual Sistema de Franja de Precios agrícolas para el arroz y el maíz amarillo duro importados, los precios de estos productos en el mercado local podrían subir.

Si bien la medida busca proteger a los productores nacionales ante las importaciones a menores precios, los perjudicados podrían terminar siendo los consumidores, alertaron los economistas Jorge González Izquierdo, de la Universidad del Pacífico, y César Peñaranda, de la Cámara de Comercio de Lima, reveló Gestión.

Según explicaron, la decisión del Gobierno de eliminar esos productos de la franja de precios y ponerles un arancel fijo, como lo exigían los productores arroceros del país que acataban una huelga nacional, es un retroceso y no atiende el problema de fondo: lo poco competitivo que es agro tradicional en el Perú. 

La nueva tasa arancelaria aún no se conoce. Esta se fijará en un plazo de 15 días, señala el acuerdo suscrito entre el Ministerio de Agricultura y los  productores arroceros, este fin de semana, que también incluye asistencia técnica para los cultivadores de este cereal.

Peñaranda sostuvo que la medida, además de elevar el precio del arroz,  también puede tener un impacto en el costo de producción del pollo, cuyo principal alimento es el maíz, y por lo tanto su precio final también subiría.

La franja de precios es un sistema que se aplica hasta la fecha a cuatro productos agropecuarios: maíz amarillo duro, arroz, azúcar blanca y leche en polvo. Los dos primeros saldrán de este grupo en dos semanas más o menos. El objetivo de esta política comercial es proteger a los productores y a los consumidores ante la volatilidad de los precios internacionales.

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