La selección de Perú se jugará mañana ante Nueva Zelanda su última carta para clasificar a un Mundial tras 36 años, y lo hará con deberes pendientes, pues el empate sin goles de la ida le obliga a ganar el partido o la tanda de penaltis, si se repite el 0-0, para sacar su billete a Rusia 2018. 

Cualquier otro resultado, incluidos los empates con goles, darán la clasificación a los 'All Whites' de Nueva Zelanda, exultantes tras haber terminado el primer partido la repesca mundialista con su portería imbatida.

De ganar Perú, la Blanquirroja jugará por quinta vez una Copa del Mundo, la primera desde España 1982, mientras que si Nueva Zelanda da la campanada en Lima, los 'kiwis' disputarán el tercer Mundial de su historia, tras su última aparición en Sudáfrica 2010.

El guión del partido seguirá muy probablemente las pautas que marcaron el primer encuentro jugado el sábado pasado en Wellington, con Perú volcado en jugar a ras de césped para superar por abajo la muralla de los neozelandeses, dispuestos a jugarse sus bazas solo al contraataque o en una jugada a balón parado.

La clave del encuentro estará en la capacidad de Perú para no enredarse en la maraña de defensas neozelandeses, como ocurrió en el partido de ida, cuando los peruanos terminaron desquiciados ante las enormes dificultades que afrontaron para crear ocasiones claras de gol.

Sin embargo, el seleccionador de Perú, el argentino Ricardo Gareca, no hará en principio grandes cambios en su equipo titular, salvo la posible inclusión de Luis Advíncula en detrimento de Aldo Corzo para ganar poder ofensivo por la banda derecha.

El probable que Jefferson Farfán, que apenas apareció en el primer cotejo, vuelva a ser el único delantero del equipo peruano, a falta del capitán Paolo Guerrero, suspendido por la FIFA mientras se investiga un posible dopaje suyo en las eliminatorias del Mundial.

En la recámara estará Raúl Ruidíaz para acompañar a Farfán en la línea ofensiva si el partido se complica.

Otros revulsivos pueden ser el extremo derecho Andy Polo y el centrocampista Paolo Hurtado, cuyas apariciones en el segundo tiempo del partido de ida le dieron a Perú mayor solidez en ataque.

Por su parte, la selección de Nueva Zelanda afronta el partido en Lima con la misma estrategia que utilizó para la ida: dar el favoritismo a su rival y sacudirse cualquier tipo de presión.

La propuesta de los 'All Whites', dirigidos por el estadounidense Anthony Hudson, será igual o incluso más conservadora que la puesta en práctica en Wellington, con una línea de cinco defensas y un marcaje casi individual a los atacantes peruanos.

En esta ocasión el goleador Chris Wood, quien lleva veinticuatro goles en cincuenta partidos con su selección, estará en el equipo titular, al contrario del sábado, cuando un problema físico solo le permitió jugar los últimos minutos del encuentro, cuando Nueva Zelanda tuvo sus mejores ocasiones.

Los neozelandeses esperan continuar con su eficacia defensiva para poner nerviosos a los peruanos y así aprovechar cualquier jugada aislada para dar un golpe que dejaría a los locales inmersos en el desastre, pues hace veinte años que no se ven tan cerca de un Mundial.


(Texto: EFE / Foto: ANDINA/Luis Iparraguirre


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