El cadáver encontrado a inicios de esta semana en el río Chubut, en la Patagonia, es el de Santiago Maldonado, el último desaparecido argentino, cuyo cuerpo apareció ad portas de las elecciones legislativas en este país. El joven tatuador había sido visto por última vez en una protesta de indígenas mapuche hace más de 80 días. Vivía en El Bolsón, un paraíso hippie en plena Patagonia.
Ahora, la confirmación de su muerte ha exacerbado las divisiones de un país que estuvo en vilo toda la semana y que aún no termina de superar los traumas de la historia, pero que además ha dejado más dudas que certezas.
El martes encontraron un cuerpo cerca de donde desapareció Maldonado; el miércoles la familia dijo que creía que el cadáver fue plantado ahí; el jueves lo trasladaron a Buenos Aires escoltado por un ejército, en una transmisión en vivo en cadena. Y finalmente el viernes, Sergio Maldonado, el hermano, confirmó el hallazgo, a su salida de la morgue.
"Pudimos mirar el cuerpo y reconocimos los tatuajes de Santiago. Estamos convencidos de que es Santiago".
La causa de muerte
Es una incógnita. La autopsia certifica que Santiago Maldonado no fue disparado ni golpeado. Es decir, no hubo violencia, según el juez Gustavo Lleral, el segundo encargado del caso. Esta información refuerza la tesis de que el joven se ahogó, porque no sabía nadar y al parecer cayó en el río en pleno invierno patagónico.
Santiago fue parte de la protesta del 1 de agosto pasado en la Patagonia de indígenas mapuches enfrentados a terratenientes en la zona. La marcha fue reprimida por la Guardia de la Gendarmería y los manifestantes salieron corriendo hacia el río Chubut, donde encontraron el cuerpo.
Pese a que la pericia oficial descarta esa hipótesis, la familia y organismos de derechos humanos insisten en que Maldonado pudo haber sido asesinado por un uso excesivo de la fuerza en la protesta en mención, pero su cuerpo fue escondido y luego plantado para ser encontrado este último martes.
El hallazgo
¿Qué circunstancias hacen dudar de la versión oficial? Que el cuerpo de Santiago haya sido encontrado en un lugar donde ya se había buscado hasta tres veces por cientos de funcionarios, buzos, perros, drones y otras herramientas de localización.
El cadáver estaba flotando a 300 metros río arriba de donde se registró la protesta. Fue hallado tras una llamada telefónica anónima que alertó a las autoridades, pero los mapuches que viven en la zona afirmaron que días antes el cuerpo no estaba allí, donde fue hallado.
¿Dónde estuvo el cadáver entonces?
Expertos forenses, consultados por las autoridades, sostienen que el cuerpo de Santiago pudo haberse hundido durante estos 80 días, al explicar que el agua helada pudo haber congelado partes del cuerpo y solo ahora, que las temperaturas subieron, logró emerger.
Sin embargo, en los medios argentinos se manejan dos hipótesis: una que dice que el cuerpo fue escondido por los mapuches, ya sea para desprestigiar al gobierno en plena campaña o como parte de una lucha interna entre dos facciones de la comunidad indígena.
La otra, que respalda una una parte importante de los argentinos que sienten un fuerte rechazo a hacia la Gendarmería, alega que los agentes que reprimieron la protesta lo desaparecieron y luego plantaron el cadáver, esto en un contexto en el que para muchos argentinos la herida del régimen militar, que desapareció entre 9.000 y 30.000 disidentes en los 70 y 80, sigue abierta. El caso Maldonado ha acicateado estos fantasmas del pasado.
¿Influirá esto en las elecciones?
La desaparición de Santiago provocó una atención mediática sin precedentes en la Argentina. Para muchos, el ingrediente para que esta escenario se configure de debe a que ocurrió en plena campaña.
A esto se suma las declaraciones desafortunadas de funcionarios del gobierno sobre el caso, lo que dio pábulo a la oposición para calificar al presidente Mauricio Macri de "represor" y "dictador". Este tipo de errores, según analistas, pueden afectar la votación al oficialismo, que espera obtener una cómoda victoria, de acuerdo a las encuestas.
Pero está la otra cara de la moneda que también sostienen algunos observadores, es decir, que los argentinos que rechazan la politización de casos alegan que la aparición del cuerpo es una prueba de que con este gobierno las cosas funcionan, más aún cuando parace cobrar fuerza la hipótesis de que Santiago Maldonado se ahogó y que no fue víctima, al menos no directa, de la represión militar.
El conflicto mapuche
La desaparición y muerte de Santiago Maldonado vuelve a traer a debate la necesidad de que este secular conflicto social y económico necesita, de una vez por todas, una solución viable y sostenible en el tiempo, porque de lo contrario, los estallidos de violencia no tardarán en repetirse.
Desde mucho tiempo, los mapuches nativos de la Patagonia y los terratenientes que poseen grandes extensiones de tierra ahí están enfrentados. Y parece que el conflicto cada vez se torna más violento y el odio entre las partes se incrementa. De ahí que quizá e mayor reto de las autoridades sea lograr una paz duradera en la región. Para ello incluso se requeriría de la participación de Chile, porque en este territorio es donde habitan la mayoría de mapuches.
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