La unión de la palabra e imagen no solo genera productos audiovisuales, sino también publicaciones que han calado en los lectores de varios países. Como prueba basta recordar la legión de fans que tienen los personajes creados por Stan Lee y que hoy han saltado a la pantalla grande. No olvidemos tampoco que más de una generación ha crecido con mangas japoneses que se convirtieron en series animadas como Supercampeones y Caballeros de Zodiaco, por mencionar solo dos. No olvidemos tampoco clásicos europeos como Astérix y Obélix.

Pero los ilustradores no solo provienen de Estados Unidos, Japón o Europa. En nuestro país tenemos una 'tradición de historieta' que viene de décadas atrás. No olvidemos que Hernán Bartra y Juan Osorio, fundadores del estudio Osito Monkey, son los homenajeados en el Encuentro de Narradores Gráficos que se inició el jueves. 

En las nuevas canteras, sin embargo, el Perú también tiene sus representantes. Algunos de ellos participarán en el Festival de la Historieta Peruana que se llevará a cabo -este 15 y 16 de setiembre- en la Gran Biblioteca Pública del Perú. 

A propósito de este evento, LaMula.pe conversó con Verónica Azaña (Salamandralamandra), Joaquín Ponce (Joako Stratos), Wendy López (Wen riguv) y María Moscol (Liftilraun)- miembros del colectivo y revista Ka-Chi-Ka que ya tiene tres números. 

En la conversación, se abordan diferentes puntos como los temas que tocan en sus creaciones, la influencia de manga japonés en sus trabajos, así como las reflexiones que les genera el desarrollo de la historieta en el Perú. Su entusiasmo por participar en el Festival no puede ocultarse: "Esperamos que asistan muchas personas. Queremos compartir con la comunidad de artistas, intercambiar ideas y ver sus trabajos". 

[Mira esta reseña del primer número de Ka-Chi-Ka hecha por Purple Substance Comic]



¿Por qué decidieron fundar Ka-Chi-Ka? ¿Cómo surgió el nombre?

Se cuenta que la idea salió de parte de Verónica que deseaba crear cómics y difundirlos. El crear un fanzine fue una buena alternativa ya que es un formato libre y accesible tanto para la creación como para la difusión. El origen del nombre comenzó como una broma interna a partir de un video de youtube donde los personajes trataban de imitar el sonido de un pollo en japonés (escuchándose como kachí kachiká chíka). Nos gustó fonéticamente y terminó usándose definitivamente.

Uno revisa sus números y se puede detectar cierto tratamiento en cuanto a los aspectos emocionales de los personajes como la sensación de abandono en un mundo que no puede satisfacerlos ¿Este es un rasgo que comparten, como artistas?

Consideramos que sí.  Aunque también creemos que ningún ser humano, y en especial los jóvenes adultos, no se encuentran satisfechos consigo mismos o con lo que les rodea al 100%. Como artistas liberamos estas sensaciones y las plasmamos en nuestros trabajos. No los dejamos en nuestras cabezas. En el caso  de Wendy, por ejemplo, se muestra el anhelo de explorar el mundo y ser “libre”, el miedo al futuro y a las expectativas de otros, o las dudas al cuidar a otro ser vivo. En el caso de Joaquín, se trata -quizás- de esa sensación de no encajar del todo en dónde uno está y emprender un viaje, motivado por las inconformidades y el rencor que sienten sus personajes frente a otros de su entorno próximo. 

María muestra otras realidades que pueden ser fantásticas o macabras, viendo de otra forma la cotidianidad en ese lado oscuro de las personas que no aparece a simple vista. Verónica explora realidades que producen extrañeza. Lanza un personaje a un mundo desconocido. Reflexionar sobre lo que nos hace humanos.  

¿Cuál es la importancia del manga japonés en el desarrollo de sus trabajos personales?

Creo que como grupo estamos fuertemente influenciados por la estética y temática del manga japonés. Nuestros inicios en el dibujo y la creación fueron de la mano de series de anime que veíamos al volver del colegio. Estas nos llamaban  la atención por su estilo visual y sus temas, los cuales abordan la cotidianeidad y el lado emocional de los personajes. A partir de ahí, cada uno de nosotros busca desarrollar su estilo personal.

¿Cómo ven el desarrollo de la historieta peruana en estos años?

Vemos que su difusión ha mejorado, hay organizaciones e instituciones públicas y privadas que están apostando por el cómic nacional y se interesan por apoyarlo y difundirlo. Sin embargo, creemos que aún falta más capacitación en cuanto a técnica artística y capacidad narrativa, variedad de temas y difusión, la cual aún continúa siendo un gran obstáculo. Por ejemplo, los cómics americanos son muy accesibles pero apenas se ve publicidad de cómics peruanos en los medios. Vemos que los historietistas son conscientes de ello y buscan difundir su trabajo por iniciativa propia, así como mantener el contacto con otros artistas y seguir mejorando.

[Foto de portada: Facebook de Ka-Chi-Ka ]

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