Harvey, el huracán más potente golpea a Estados Unidos en los últimos 12 años, tocó tierra este viernes por la noche en la costa de Texas, con vientos de hasta 215 km/hora (categoría 4), azotando y causando destrozos en la localidad de Rockport, a 45 kilómetros al norte de Corpus Christi. "Tenemos devastación generalizada", dijo el alcalde de la ciudad, Charles Wax. Hasta la mañana del sábado no se había confirmado muertes asociadas a la tormenta.
Sin embargo, este sábado el huracán perdió intensidad conforme avanzó por Texas y bajó a categoría 1, y parece cuestión de horas que acabe degradado a tormenta tropical, pero el peligro de muerte aún existe por las fuertes inundaciones y los vientos, alertó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos en su última evaluación.
El presidente Donald Trump declaró zona de desastre para liberar fondos federales de asistencia en Texas, donde 104.000 personas se quedaron sin energía, según la compañía de electricidad Ercot; el pánico y la ansiedad invadieron a sus residentes tras días de advertencias sobre los posibles efectos del huracán Harvey para este fin de semana.
Los residentes de la zona de influencia del ojo del huracán, entre las ciudades de Galveston y Corpus Christi, se prepararon para lo peor: supermercados vacíos, bolsas de arena superpuestas delante de la entrada de las casas, y evacuaciones frente al riesgo de inundación hacia San Antonio, que comenzó a recibir residentes de áreas costeras en diversos refugios. Esta ciudad tiene la designación federal y estatal como centro de evacuación.
Más de 20.000 turistas están varados en altamar en cuatro cruceros debido al cierre del puerto de Galveston por la llegada del huracán Harvey. De acuerdo a las primeras estimaciones, las autoridades creen que las personas a bordo de estas embarcaciones tendrán que permanecer en ellas al menos hasta la semana que viene.
El huracán, visto desde el espacio
La NASA publicó en su cuenta de Twitter videos e imágenes del huracán Harvey desde la Estación Espacial Internacional (EEI) cuando el mismo se desplazaba a través del Golfo de México a la costa de Texas.
El riesgo es latente, sobre todo por las inundaciones. Por ejemplo, si el complejo de refinerías y plantas petroquímicas de Houston, el más grande EEUU, se ve afectado y se rompen algunos de sus tanques de almacenamiento, miles de personas en áreas cercanas padecerían las consecuencias, según una investigación realizada por Propublica y Texas Tribune. Ya en 2005, por las inundaciones que provocó el huracán Katrina, un tanque petrolero en el canal de Houston se rompió y afectó a 1.700 hogares.
"Somos tan vulnerables a una gran tormenta como lo éramos en 2008 y esas son malas noticias", dijo en junio pasado el comisionado de tierras del estado, George P. Bush, cuando urgió a los líderes locales a financiar un sistema de barrera costera para Texas.