El poeta no es el traje, sino la entrega vital al juego serio de las palabras. Es en ese sentido, que Paul Forsyth Tessey, uno de los autores peruanos más constantes -en la publicación de poemarios- de la última década, interseca su vida con la poesía.  

Escribió en el 2006 Laberinto y en el 2009 Llamarás a mi nombre. Ha publicado en los últimos seis años, cinco libros de poesía: El Oscuro Pasajero (Trashumantes, 2012), Anatomía de Terpsícore (Celacanto, 2014), Autorretrato del Piloto (Celacanto, 2015), Bajo este cielo de cabeza (Celacanto, 2016) y, su más reciente, El sendero del irivenir (Celacanto, 2017). Sin embargo, su mérito no debe reducirse a una cuestión numérica, sino descubrirse cualitativamente, y por eso se recomienda leerlo.

Su último libro, quizás el más ambicioso hasta el momento, está compuesto a modo de un solo poema abierto, pasando por cuatro “temas”: El desierto en silencio, La frecuencia del relámpago, La diosa blanca y El oasis bajo la lluvia, divididos cada uno, a su vez, en cuatro partes. Un viaje aparentemente psicotrópico, donde por tramos te envuelve una intensidad plástica, musical y semántica apabullante, conduciéndote por una experiencia espiritual, de reconocimiento en las múltiples dimensiones del yo-mismo, y asimismo, del lenguaje y del poema mismo.

En esta primera edición de ‘Palabras al aire’ -un espacio para hallar miradas propias de artistas de las diversas aristas disciplinarias, alrededor de algunos conceptos vinculados al ejercicio, la experiencia y el contexto del “oficio” artístico- conversé con Paul, entre otros tópicos, sobre cómo afectan hoy los fenómenos -por llamarlos de algún modo- del consumismo, la globalización, la internet, entre otros, en las ideas que podemos tener respecto a la belleza, la subjetividad, el discurso y la “actitud” en la poesía.  

“El valor verdadero de una obra literaria nunca es un valor automático. Debemos desconfiar de estos “valores inmediatos”. La importancia que tenga una obra en la cultura va a ser determinado a lo largo del paso del tiempo.”
“Hay mucho más personas escribiendo y eso genera competencia. Aunque uno crea que esto es algo estrictamente individual y personal, los escritores escriben dentro de un medio, de una cultura en sí misma.”
“El arte busca ser un espejo que te permita reconocerte a ti mismo. Parece un fin en sí mismo, pero te va a decir cosas, te va a hacer ver quién eres, quién eres más allá de cuál es tu nombre, más allá de cuáles son tus coordenadas. Lo que hace es vincular la interioridad del individuo a todas las otras interioridades que hay, del resto de los individuos."

"EL SENDERO DEL IRIVENIR" (CELACANTO, 2017)

EL DATO

El sendero del irivenir y, en general, los libros de la editorial Celacanto, como la naturaleza propia del arte, son regalos. Se obsequian actualmente en Librería Sur, Librería Inestable y Escena Libre.


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