La obra del poeta Arturo Corcuera no solo logró hacerse conocida a nivel del Perú y América Latina, sino que trascendió hasta la península ibérica. En España, supo ganarse la admiración del mundo cultural y académico, que supo reconocer su talento.
Uno de sus admiradores en aquel país es el filósofo y escritor español Fernando Silvera, quien ha publicado un artículo en el reaparecido "Diario 16", en homenaje al autor de "Noé delirante", con el que se conocieron en la madre patria, hace algunos años, durante un acto en la Casa de Juan Ramón Jiménez, ubicada en Moguer.
"estaba Arturo como arrobado (...) Arturo Corcuera parecía incrédulo, los lugares de ese libro de encantos, la casa, las calles, el aire, las gentes, como a mozartiano en Salzburgo lo tenían igual que a mí atendiendo a su palabra lenta, meditada, asombrado de que el destino pusiera delante mía a otro maestro insuperable del que aprender casi todo (he tenido suerte, magisterios)."
Silvera recuerda que a principios de año, Corcuera, ya delicado de salud, le dedicó su libro "Baladas de la piedra, del amor y de la muerte", del que señala es un volumen "donde una despedida hecha de amor se convierte en la estela marmórea de la vida como un río que se va, un libro lleno de humor a veces negro: en su último poema".
El filósofo y escritor español destaca de Corcuera que era "un tipo grande de obra y pequeño de cuerpo" y que lo trató "con cercanía, respeto y sabiendo oír".
En un encuentro que tuvieron a mediados del 2016, Silvera recuerda que el poeta peruano le habló, además de Juan Ramón Jiménez, "de la poesía, la Belleza, el Arte, hasta algo de psicología y estética"; y que ambos compartían los mismos deseos "de vuelco político que pusiera la Justicia de nuevo al mando de los gobiernos" en sus países.
ADMIRACIÓN POR SU OBRA
Sobre "Noé delirante", la obra más emblemática de Corcuera, Silvera describe:
"libro mágico lleno de infancia y sabiduría, aunque suene raro, de madurez cínica y, sin embargo, de una inocencia mitológica que lo hace libro sagrado para nosotros, los salvajes que cada mañana nos levantamos en un mundo recién nacido".
En este artículo, Silvera recuerda también lo que escribió luego de una lectura de poemas hecha por Corcuera, tras una larga tertulia:
"Sus poemas tienen esa virtud de la depuración, de con casi nada decirlo todo, pero cualquier aficionado al verso descubre en ellos una orfebrería de ideas, de eufonía y cadencia que lo hacen poeta singular y repleto de vida, porque todos sus textos son obras completas y complejas de técnica, sin embargo no traslucen la maquinaria".
Y afirma sobre sus obras poéticas:
"Hay que reeditar en España ya su Noé delirante, por ejemplo, libro soberbio que lo pretende todo y casi lo consigue, nada es perfecto. Oírle leer su 'Tarzán y el Paraíso Perdido' con voz quejumbrosa entre la lágrima y la carcajada, un Tarzán derrumbado, destruido y vencido, es una lección de poesía que jamás olvidaremos quienes estuvimos allí".
Finalmente, Silvera se despide de su amigo peruano, muy a su modo:
"Allí en el Cielo de Lima, con Georgina Hübner, JRJ y Platero, el coche. Que la tierra te sea leve".
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Foto de cabecera: Radio Nacional del Perú.
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