"Lo que digo es muy simple: a otros habrán podido comprar, a mí no". Esa fue la frase con la que el expresidente Alan García intentó deslindar las irregularidades en la licitación de la Línea 1 del Metro de Lima, la obra emblemática de su último gobierno, por la que Odebrecht pagó más US$7 millones en coimas, de acuerdo a la fiscalía, que lo investiga por este caso, por el que hay tres exfuncionarios de su gestión en prisión.

El exlíder aprista solicitó a la fiscalía ser citado para declarar, en un contexto en que se viene cuestionando al Ministerio Público por no mostrar el mismo interés y diligencia que han tenido en otros casos en la investigación a García, cuyas siglas —"AG"— aparecen en la agenda del mismo Marcelo Odebrecht, quien además dijo que su constructora apoyó la campaña del Apra en el 2011.

Así, el despacho del fiscal Hamilton Castro, a cargo del equipo Lava Jato, citó este martes al exmandatario a su despacho. Luego de casi tres horas de interrogatorio, García salió de la sede central del Ministerio Público, y declaró a periodistas que lo esperaban.
"Nadie ha insinuado que me haya dado un centavo ni de Odebrecht ni de otra empresa. Es diferente a los señores Alejandro Toledo y Ollanta Humala que están debidamente comprobado que han recibido recursos de esa empresa [...] Yo tengo un ego colosal y no me voy a rebajar por unos centavos", señaló. 
"Es un deporte nacional decir siempre: ¿por qué no acusan a Alan García?", agregó.

Más tarde, en una entrevista que brindó a Canal N, García negó haber "acelerado legalmente" la ejecución de la Línea 1 del Metro de Lima tal como lo hizo ante el fiscal Castro. "He demostrado que había leyes desde el 2001 que establecen la necesidad y prioridad de terminar (las obras)", señaló. 

También comentó que las leyes que consideraban de necesidad pública el llamado tren eléctrico vienen de los gobiernos de Valentín Paniagua y Alejandro Toledo, pero no mencionó que no mencionó los tres decretos de urgencia que promulgó y que beneficiaron a Odebrecht, según la Contraloría. 

García descartó que el viaje que hizo al Cusco con el exdirector de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, haya influido en la sesión de urgencia del Consejo de Ministros que se realizó, coincidentemente, en la ciudad imperial. Ahí se aprobó la licitación del Metro de Lima y se encargó al Ministerio de Transportes que convoque a un concurso público, que finalmente ganó la constructora brasileña. Según lo dicho por el ex jefe de Estado, la principal razón de esa reunión de ministros fue recibir a la nueva titular del Interior, Mercedes Cabanillas.    

"El Consejo de Ministros se reunió para estar junto a la nueva ministra del interior y, posteriormente, conociendo que la Municipalidad de Lima había aprobado la transferencia al Gobierno la ejecución del tren eléctrico, aprobó el criterio de un proyecto de decreto de urgencia", aseguró.

En el caso de Metro de Lima, de los más de US$ 7 millones de sobornos que pagó Odebrecht a funcionarios del gobierno aprista para que ganar la buena pro de la obra, solo se han podido rastrear y ubicar hasta el momento US$.2.5 millones en cuentas de firmas offshore en Andorra vinculadas al exviceministro Jorge Cuba y exmiembro del comité que licitó el proyecto, Edwin Luyo, ambos detenidos en el Penal de Ancón. ¿Y el resto del dinero a manos de quién o quiénes fue a parar?

[Foto de cabecera: EFE]

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