Otro escándalo de abusos sexuales en la Iglesia Católica, este vez en Alemania, causa estupor y conmoción. Al menos 547 niños del famoso coro católico alemán de Ratisbona fueron víctimas de abuso, incluyendo violaciones, cometidos entre 1945 e inicios de la década de 1990. 

Así lo revela un informe publicado este martes por los investigadores a cargo del caso, encabezados por el abogado Ulrich Weber desde el 2010, informó la agencia AFP. El escándalo salpica al monseñor Georg Ratzinger, hermano de Benedicto VXI, quien estuvo a cargo del grupo entre 1964 y 1990. 

Monseñor Ratzinger, quien ahora tiene 93 años, aseguró que no tuvo conocimiento de abusos sexuales, pero para el abogado designado por el Vaticano, el sacerdote “miraba para otro lado” en el contexto de una “cultura del silencio” que domina a la Iglesia.

Del grupo que padecieron abusos, 67 fueron agredidos sexualmente, cifras que son muy superiores a las publicadas en enero de 2016, cuando un documento intermedio habló de 231 víctimas, luego de que en febrero de 2015, las autoridades católicas locales solo habían reconocido 72.

Los hechos revelados se refieren a delitos y crímenes que van de la privación de alimentación hasta la violación, pasando por golpes y agresiones sexuales, pero a estas alturas, la mayoría de los casos ya prescribieron, por lo que los 49 presuntos autores de violencia identificados en el informe no serían juzgados. 

Según Weber, las víctimas de los abusos que entrevistaron describieron su paso por este coro, que es famoso mundialmente, como "una prisión, un infierno y un campo de concentración", y revelaron que pasaron "el peor momento de su vida, marcado por el miedo, la violencia y la angustia".

Aunque gran parte de estos crímenes quedaron impunes, la cadena Deutsche Welle reveló que cada uno de los afectados debería recibir entre 5.000 y 20.000 euros de indemnización.

Alexander Probst entró al Regensburger Domspatzen en 1968, cuando estaba en tercer grado. En el 2010 fue en uno de los primeros en destapar el escándalo, tras revelar cómo un profesor que formó un grupo secreto de alumnos, los embriagaba con cerveza y les mostraba pornografía antes de abusarlos sexualmente. "Espero que este informe ayude a prevenir que estas cosas no vuelvan a pasar en el futuro", dijo en una entrevista con la Deutsche Welle.

Probst  soportó las presiones de la Iglesia,  sobre todo del exobispo de Ratisbona, Gerhard Ludwig Müller, que lo acusó de querer dañar la reputación de la institución. "Ese hombre protegía activamente a los abusadores. Fue humillante y doloroso. Y empeoró cuando fue designado director de la Congregación para la Doctrina de la Fe, fue como poner un zorro a cargo del gallinero", contó.

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