Durante mucho tiempo, la Amazonía peruana ha sido valorada sólo por los recursos naturales que pueden ser extraídos de ella y puestos a la venta internacionalmente: petróleo, gas, oro y madera. En el caso de este último, la manera en que ha salido del país interesó poco al Estado, que no hizo mucho por controlar su extracción. Y si bien actualmente hay mayor conciencia sobre la importancia de que la madera que se comercialice sea legal, la tala ilegal es tan potente, corrupta y rentable que quienes se oponen a ella o intentan controlarla son amenazados. Además, de continuar este delito, el Perú corre el riesgo de que se le cierren los mercados internacionales de madera.
Hablar y poner en agenda el tema de la tala ilegal es importante porque es un negocio vinculado a redes criminales. Para poder ser económicamente viable, la tala ilegal necesita de una red de corrupción. Necesita corrupción pública y privada. Una corrupción que invente árboles inexistentes en el sector privado y necesita de una corrupción que valide esos árboles inexistentes desde el sector público y que ayude a lavar esa madera integral para poder integrarla en el mercado. Ahí, nuevamente, necesita de un sector público, ya sea abiertamente corrupto o que por negligencia decida mirar a otro lado e ignorar los altos indicios y probabilidades de ilegalidad.
“Muchas veces se dice, bueno el tema de tala ilegal no es tan importante porque no destruye el bosque tanto como lo hacen otro tipo de actividades como la minería ilegal o el cambio de uso de la tierra para hacer una plantación. Son impactos distintos. La tala ilegal tiene gran incentivo económico para entrar al bosque por las especies forestales de gran valor, donde sacar un árbol te puede generar miles de dólares de rentabilidad y luego, el otro aspecto, es que la tala ilegal necesita una red de corrupción y por eso tiene que entrar a corromper el sector público. Una vez que tú tienes corrupción en el sector público local, regional o nacional, ese sector público corrupto ya no responde a las necesidades de la gente o la ciudadanía porque ya responde a los intereses económicos de los que promueven esa corrupción. Además, la tala ilegal trae una gran cantidad de violencia local”, detalla Julia Urrunaga, directora en Perú de Environmental Investigation Agency (EIA) y especialista en tala ilegal, a LaMula.pe.
Lavado de madera
Urrunaga subraya que la tala ilegal destruye la institucionalidad al necesitar de la corrupción, genera redes de crimen organizado a nivel local, regional e internacional, alimenta el crimen organizado internacional y genera riesgo para las poblaciones locales, al punto de generar incluso asesinatos. Con todo este contexto, además, la tala ilegal a nivel global mueve cientos de millones de dólares.
Así, la madera ilegal, al no poder ser comercializada, necesita papeles que le den apariencia de legalidad: el lavado de madera. La especialista nos cuenta en qué consiste:
Operación Amazonas
En noviembre de 2015 se llevó a cabo la Operación Amazonas, la más grande incautación de madera ilegal en la Amazonía peruana, ejecutada por Aduanas, Osinfor, la fiscalía ambiental e Interpol. Entonces se inmovilizaron miles de tablones de madera -procedentes de zonas no autorizadas de la Amazonía- que estaban registrados con documentos oficiales pero con información falsa.
Este operativo, que es tomado como ejemplo internacionalmente, tuvo como triste corolario la destitución inexplicable del director de Osinfor de entonces: Rolando Navarro, quien además fue amenazado de muerte por los taladores ilegales que operan en Loreto y Ucayali. Una reciente investigación del periodista Frank Bajak, de Associated Press, afirma que el Estado peruano (gestión de Ollanta Humala) conspiró contra los esfuerzos de Estados Unidos por limpiar una industria maderera corrupta y que el Perú no cumplió con sus obligaciones sobre medio ambiente fijadas en el Tratado de Libre Comercio firmado con ese país. Y añade que algunos funcionarios sancionados en aquel entonces continúan en sus cargos.
Hay un gran incentivo económico por mantener el statu quo, y lo que se necesita para luchar contra la tala ilegal y generar gobernabilidad forestal y gobernanza climática es una articulación entre sectores públicos y privados, y entre sectores privados también a nivel local, nacional e internacional.
"Es imprescindible asegurar que los países consumidores de madera no permitan el ingreso de productos que han sido obtenidos ilegalmente, que no tienen un origen legal verificado. Para eso se requiere también que los exportadores se aseguren que lo que compran en los mercados locales y lo que van a exportar tenga un origen legal certificado", añade Urrunaga a LaMula.pe.
Las leyes internacionales ya están caminando en ese sentido. En Estados Unidos, en Europa quien importa un producto de origen ilegal puede terminar en la cárcel. La idea es generar esta cadena de cambios en la que el importador tiene el principal interés por garantizar el origen legal porque si no puede terminar en la cárcel, el importador presiona al exportador, el exportador debe presionar al gobierno nacional, regional y a sus proveedores, y eso debe generar una cadena virtuosa para luchar contra la tala ilegal, contra el crimen organizado y en favor de la gobernanza forestal y la gobernanza climática.
Esta semana se llevó a cabo un megaoperativo simultáneo en las regiones Junín, Ucayali y Lima. Diecisiete presuntos miembros de la organización criminal Los Castores de la Selva Central -que desde el 2014 se dedica a la tala ilegal de árboles en zonas y reservas naturales protegidas, así como del transporte y comercialización de productos maderables- fueron capturados. Una buena noticia sin duda, pero si -como asevera Urrunaga en el primer video- solo se trata de mandos medios o de menor escala, pasará a ser un dato más en la estadística de la lucha contra este delito. Hay que ir más allá, capturar a las cabezas, y a los malos funcionarios y empresarios que se hacen de la vista gorda y luego afirman que fueron sorprendidos.
(Foto cabecera: Environmental Investigation Agency)